La Asociación Ilicitana de Trastorno del Espectro Autista Trastorno del Espectro Autistay del Lenguaje (AITEAL) no puede satisfacer las necesidades integrales de sus usuarios ni atender la demanda de todos los niños y jóvenes ilicitanos afectados por esta patología que solicitan sus servicios. La falta de espacio en el concurrido Centro Social Polivalente de Carrús, donde tienen concedidas tres salas las tardes de los viernes y las mañanas de los sábados, hace que un total de siete familias se mantengan en lista de espera para que sus hijos puedan ser tratados por los especialistas de AITEAL. A ello hay que sumarle la deficiente ubicación de las salas por las especiales características que presentan sus usuarios, lo que limita y mucho la capacidad de acción de una asociación que desde que se formó en 2008 se encuentra ubicada en estas instalaciones.

AITEAL viene solicitando un emplazamiento más amplio y funcional al Consistorio desde hace cinco años para poder atender a todas las familias que le solicitan que atiendan a sus hijos autistas e, incluso, aumentar los servicios que actualmente prestan a los 25 niños que participan en su programa de terapia. Durante este lustro, sus representantes han mantenido numerosas conversaciones con distintos miembros de las últimas dos corporaciones municipales encaminadas hacia este objetivo, llegando a solicitar una nueve sede al Ayuntamiento a través del registro hasta en dos ocasiones. La primera durante el anterior mandato de Mercedes Alonso (PP) y la segunda ya durante la legislatura de Carlos González.

La respuesta inicial recibida de las autoridades políticas siempre ha sido positiva, aunque la tozuda realidad dice que, cinco años después de empezar a reclamar una sede acorde a sus necesidades, AITEAL sigue atada de pies y manos en el espacio que tiene reservado por la concejalía de Bienestar Social en el Centro Social Polivalente de Carrús. Con 201 socios agrupados en la asociación y hasta siete familias ilicitanas en lista de espera, la necesidad de una sede para que AITEAL pueda desarrollar su labor sin barreras empieza a ser acuciante para sus socios.

La asociación dispone de dos salas en la planta baja, el gimnasio y un aula de informática, y de una tercera sala en la primera planta del edificio. Los más pequeños y los del grupo mediano no pueden subir a esta última por el peligro que conlleva para ellos la cercanía de una puerta de emergencia y las cristaleras de la clase, mientras que el trabajo en las otras salas está condicionado por sus propias características. Tampoco tienen un espacio reservado para reunirse con las familias y los encuentros muchas veces se realizan en plena calle o en una cafetería próxima al Polivalente de Carrús.

«Al principio éramos poquitos y podíamos atender bien a los niños, pero al ir creciendo hubo que separarlos por grupos porque todos juntos no pueden trabajar y además tienen necesidades distintas», señala Laura Gómez, presidenta de AITEAL, quien subraya los problemas que encuentran actualmente en el centro. «La sala de informática está muy cerca de la calle pero, al no cerrar la puerta con llave por motivos de seguridad, los niños se pueden escapar y apenas la usamos», señala Laura, segura de que si tuvieran otras instalaciones «podríamos poner más actividades y convertirnos en una asociación asistencial, ofreciendo una atención integral». En este contexto, Laura, madre de un joven con Trastorno del Espectro Autista, asegura que «me da mucha pena cuando viene una madre pidiendo una plaza para su hijo y le tenemos que decir que no».

Dos posibles alternativas

Teresa Maciá, concejala de Bienestar Social, asegura que «estamos muy preocupados por este tema» y asegura que se «le están ofreciendo instalaciones pero no se adecuan a lo que ellos tienen en mente». «Las infraestructuras municipales son muy anticuadas y no es fácil», señala la edil, quien asegura que próximamente le plantearán la posibilidad de trasladarse a L'Escorxador y un local en el barrio de La Rata después de que AITEAL «descartara» trasladarse al Centro Social de Altabix.