Elche Parque Empresarial es para muchos la mejor zona industrial de la Comunidad Valenciana, pero no es la única ubicada en tierras ilicitanas. Elche cuenta con una gran cantidad de polígonos y zonas en las que la industria de diferentes sectores está asentada, y muchas requieren una mejora en la conservación de sus calles y entornos, así como replanteamientos para mejorar su funcionamiento.
Más allá de Elche Parque Empresarial, un polígono clave para entender la importancia del sector del calzado en Elche es el de Carrús. Este polígono es un punto desde donde durante los últimos años no paran de llegar reivindicaciones de empresarios que consideran que no se mantiene en las condiciones adecuadas, y que se necesita de un revulsivo para ponerlo en valor.
El problema del polígono de Carrús está en que la zona se ideó a finales de los setenta para que en él se implantasen grandes empresas de calzado. Sin embargo, una vez que se desarrolló, en los ochenta, la situación había cambiado y las grandes empresas del calzado estaban en pleno proceso de descentralización, por lo que en este polígono se acabaron implantando pequeñas y medianas firmas que fueron ocupando con más o menos orden las grandes parcelas, donde quedan huecos libres. En la actualidad en Carrús hay disponibles una veintena de solares con una superficie total de más de 30.000 metros cuadrados.
No obstante, el abandono que presentan algunas zonas del polígono de Carrús destaca con la vida de otras en las que se han implantado grandes superficies comerciales, bares y restaurantes, que ofrecen el contrate en esta zona industrial ilicitana.
En la entrada a Elche por la carretera de Crevillent se ubica otra área industrial y comercial importante, donde prima la presencia de concesionarios de vehículos, y de naves industriales que durante las últimas décadas se implantaron sin atender a planes urbanísticos que se fueron incorporando después al Plan General.
Esto ha provocado que esta zona carezca muchas veces de sentido, en cuanto al desarrollo urbanístico, y que a pesar de estar catalogada ahora como suelo industrial su desarrollo se considere muy problemático, en tanto que depende principalmente de la iniciativa privada.
El último proyecto que se pensó para esta zona se quedó en promesa electoral, cuando se lanzó la idea de convertirla en la ciudad del automóvil.
Es por ello, que el paisaje que ofrece este entorno, desde la rotonda de l'Aljub hasta el término municipal de Crevillent, no es ni mucho menos el más propicio, y ello dificulta aún más el correcto mantenimiento, con calles indefinidas o vías y zonas verdes que requieren de una renovación que se antoja muy complicada de conseguir si el Ayuntamiento no da el paso para reordenar el entorno, como ya se hizo con el sector E-41, ubicado justo en frente del Carrefour.
En el Parque Agroalimentario de La Alcudia llama la atención que durante los últimos años se han empezado a implantar empresas que poco o nada tienen que ver con la actividad alimentaria. Talleres, fontanerías o imprentas conviven con actividades relacionadas estrechamente con la agricultura, que es para lo que se diseñó este espacio donde actualmente quedan libres una veintena de parcelas con más de 24.000 metros cuadrados.
En esta zona integrada en el Camp d'Elx también se echa en falta mantenimiento, que se atribuye tanto al Ayuntamiento como a los propietarios de las naves y solares, que no se conservan como se debería.
Elche también dispone de otras áreas donde la actividad industrial está más que asentada. Además del polígono del Pinet, en la carretera del León, donde también hay varias naves industriales, está la del acceso a Elche desde Torrellano, que cuenta con numerosos establecimientos de gran tamaño que han acabado consolidando una zona que ya está catalogada como suelo industrial, y que se ha quedado rodeada por viviendas debido al desarrollo urbanístico que está experimentando la ciudad.
