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El juzgado admite a trámite la demanda de IFA por los gastos de la visa del exdirector

La institución reclama casi 67.000 euros por cargos en la tarjeta y reintegros sin justificar, y por multas de tráfico

El Juzgado de Primera Instancia número 4 de Alicante acaba de admitir a trámite la demanda que presentó a finales de octubre la Institución Ferial Alicantina (IFA) contra su exdirector general, Antonio Galvañ, para reclamarle 66.700 euros por cargos en la tarjeta, reintegros y disposiciones de caja sin justificar, así como por el abono de multas de tráfico pagadas por la entidad.

En concreto, la demanda sostiene que todos los desembolsos derivados del ejercicio de las funciones representativas de Antonio Galvañ se justificaban ante el departamento de administración de IFA a través de la factura correspondiente. Ahora bien, si bien este era el procedimiento habitual, existe un débito a favor de IFA que supera los 66.700 euros por gastos generados desde 2008, y hasta este mismo año, que nunca se llegaron a acreditar, pese a que internamente se le requirió «reiteradamente» al entonces director general, según se admite en el escrito presentado ante al juzgado hace casi dos meses.

De entrada, el grueso de lo que reclama IFA, 57.333 euros, se corresponde con cargos que se realizaron entre mayo de 2008 y mayo de 2015 en alguna de las tres tarjetas titularidad de la institución, pero a nombre de Antonio Galvañ. El año 2010, con 16.103 euros, es el que concentra abonos por un mayor importe sin justificar, seguido por el ejercicio 2011, con 14.100 euros. De hecho, hay meses como diciembre de 2010 en los que se contabilizan tres registros que, sumados, pasan los 5.500 euros; y otros como septiembre de 2011, cuando se superan los 6.000 euros.

Junto a los importes que se iban abonando de las tarjetas, la entidad también exige la devolución de 1.670 euros por reintegros de dinero de cajeros con cargo a las tarjetas. Las cantidades que se fueron sacando entre febrero de 2008 y mayo de 2011 van de los 20 a los 300 euros. Al respecto, en la demanda, IFA argumenta que, cuando se trataba de «gastos reales de representación», se aportaba el justificante en la factura correspondiente. Sin embargo, desde la entidad señalan que «existían otros que no se referían a gastos de tal naturaleza, pues nunca fueron justificados como tales, ni se emitió factura interna alguna que se firmase por el director, pese a tratarse de gastos y/o extracciones realizadas por él mismo». Ni más ni menos que alegan que esas cantidades se detectaban a través del cargo en la cuenta bancaria, tal y como sucedía con la visa.

En cualquier caso, la parte demandada sostiene que, además, Galvañ también dispuso de efectivo de caja que no se llegó a justificar por 6.400 euros. Las cantidades van de los 150 a los 800 euros que, sin ir más lejos, sacó en septiembre de 2011. En este caso, el protocolo habitual, siempre según la exposición de IFA en la demanda, era la justificación contable a través de la emisión de una factura por parte del departamento de administración, firmada por el entonces director general, y se unía el justificante correspondiente del pago si se tenía. No obstante, hubo otras disposiciones en las que, según el escrito, no se emitió ninguna factura interna firmada.

El montante reclamado se completa con 1.312 euros por multas de tráfico impuestas entre octubre de 2013 y mayo de este mismo año, que IFA entiende que corresponden al demandado al ser el usuario exclusivo del coche de la institución sobre el que se impuso la multa.

Para la institución, que deja claro que, antes de la demanda, reclamó los importes extrajudicialmente, incluso por burofax, con este proceder de su exdirector se ha producido un «enriquecimiento injusto e indebido a su favor».

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