Los refuerzos en el Registro Civil de Elche comienzan a dar sus frutos y tanto la jueza como el letrado de la Administración de Justicia (secretario) que se incorporaron el pasado 1 de febrero están tratando de agilizar algunos de los servicios más atascados. Es el caso de las bodas civiles, que arrastran esperas tan altas que están llevando a parejas de Elche a empadronarse en otros municipios para celebrar antes sus enlaces. Hasta ahora, el juzgado ilicitano celebra 240 matrimonios al año, veinte cada último viernes de mes. Y desde el próximo mes de abril se van a intentar duplicar esas cifras porque comenzarán a celebrarse matrimonios también ante el secretario, tal y como introdujo la ley de Jurisdicción Voluntaria de 2015. Esa opción deben solicitarla los contrayentes y va a comenzara a habilitarse de forma progresiva, por el momento para los meses de abril y mayo.
La continuidad de esta medida y, por lo tanto, la agilización de las listas de espera solo podrá mantenerse en caso de que se renueven y mantengan los refuerzos de los que dispone actualmente el Registro Civil (que solo están comprometidos hasta junio) y de que se concedan los que están prometidos a falta de llegar. Y es que el Registro Civil funciona como un juzgado bis desde que el 1 de febrero se incorporaran una jueza y un letrado de la Administración de Justicia dedicados en exclusiva, mientras que el resto de asuntos de jurisdicción Civil siguen en manos de un juez y un secretario en el Juzgado de Primera Instancia 3 (hasta entonces, eran el juez y el secretario del juzgado de lo Civil quienes repartían su tiempo entre las dos obligaciones). Esos refuerzos, que se van prorrogando si la Conselleria y el Ministerio de Justicia lo deciden así cada seis meses, solo se estabilizarán de forma definitiva si se crea un Registro Civil único y no dependiente de un juzgado de Primera Instancia, aunque esa decisión no está por el momento tomada.
Todo eso está pendiente en los despachos políticos. Mientras tanto, las esperas las sufren los ciudadanos del partido judicial de Elche (que incluye también a Crevillent y Santa Pola), que si ayer mismo hubieran querido coger cita para iniciar el expediente de matrimonio no la habrían conseguido hasta febrero de 2017. Ese es el primer mes con citas libres según el sistema, y eso no significa que el matrimonio se celebrase ese día, sino que ese es el día en que se entrega la documentación y se reserva fecha para casarse. Quienes ayer tenían cita (la que sacaron hace un año), pueden casarse ante la jueza el último viernes de diciembre de 2016, es decir, dentro de nueve meses.
La suma refleja que pasan unos veinte meses desde que una pareja decide casarse hasta que celebra la boda en la Ciudad de la Justicia de Elche. Y esa demora está en muchos casos por encima de lo que los novios están dispuestos a esperar. Una pareja consultada ayer por INFORMACIÓN expuso que cuando a inicios de 2015 acudió al Registro Civil de Elche, los cálculos les llevaban a casarse a finales de 2016 o principios de 2017. Uno de ellos se empadronó en Muro d'Alcoi y se casaron en su Ayuntamiento en mayo de 2015, en cuestión de tres meses, tramitando allí la documentación.
Falta de personal
Detrás de la demora que arrastra Elche está claramente la falta de personal. Coinciden en ello políticos, representantes de procuradores, abogados, jueces y sindicatos de funcionarios. El agravio comparativo es evidente: Alicante dispone de 36 funcionarios en sus registros civiles, que además son únicos y no compartidos con otros juzgados, y Elche tiene tan solo ocho funcionarios en plantilla en la oficina, que está vinculada al juzgado de Primera Instancia 3. Desde hace dos años, dispone de dos funcionarias de refuerzo, y desde el pasado octubre de uno más, además de la promesa por parte de la Conselleria de Justicia de sumar otros dos en próximas fechas. Aún así, no se considera, según fuentes judiciales, que sea suficiente.
El 1 de febrero se sumaron un secretario y una jueza, y es en base a eso que se puedan ir dando pasos para descongestionar el servicio no solo en matrimonios, sino también nacionalidades (se tramitan unas 2.000 al año y tardan cerca de dos años en conseguir cursarse al Registro Civil Central en Madrid), inscripciones de nacimientos, defunciones, duplicados de libros de familia, certificados...
La única funcionaria que en Elche está encargada de matrimonios (respaldada por los refuerzos de forma parcial) atiende de media al mes 75 expedientes de matrimonio con cita previa. También se atienden otros que se «agendan» sobre la marcha por situaciones sobrevenidas, incluso bodas que se celebran de urgencia por problemas de salud terminales, por ejemplo. Además, tramita todos los expedientes de matrimonio y errores de personas empadronadas en Elche independientemente de que se casen después en cualquier juzgado o cualquier ayuntamiento, ante notario, por poderes, en ceremonias evangélicas, islámicas...
De ahí que fuentes judiciales insistieran ayer en solicitar la designación de un nuevo funcionario para matrimonios, aunque se ha dedicado a uno de los refuerzos temporalmente para tramitar los expedientes de las bodas que celebrará el secretario y que da trámite a 16 expedientes al mes para casos de circunstancias urgentes.
