La Asociación de Afectados por el Ruido de Elche ha denunciado que, seis meses después de aprobarse el Plan Acústico Municipal (PAM), las zonas saturadas acústicamente en la ciudad no van a menos sino todo lo contrario, según insiste este colectivo.
En este sentido, en primer lugar, reiteran que al haber reducido la distancia de instalación de un local de ocio con respecto a otro de 50 metros a 25, da pie a la proliferación de establecimientos de este tipo en la calle.
Asimismo, apuntan a que si antes eran el centro y el barrio de La Zapatillera espacios donde conciliar el sueño a veces era complicado, al localizarse en estos lugares distintos pubs o bares y, como consecuencia de ello, acumulación de personas a las puertas del local a horas intempestivas, ahora, según afirman, esto se ha multiplicado.
En concreto, aseguran que cada vez están recibiendo más notificaciones de quejas de vecinos de la zona dels Algeps y de la plaza de Castilla por estos motivos.
Asimismo, también trasladan que vecinos de La Zapatillera aseguran sentirse desprotegidos porque temen que ésta vuelva a ser una zona de marcha como antaño y donde el descanso nocturno de los residentes vuelva a complicarse.
Desde este colectivo subrayan que en lugar de «protegernos» parece que se esté propiciando la apertura de negocios que no compatibilicen su faena laboral con el silencio en determinados horarios de tarde y noche.
En cuanto al centro, la Asociación de Afectados por el Ruido también afirma que no han notado ningún cambio sustancial desde la entrada en vigor de las medidas correctoras que se recomiendan en este PAM.
Incluso todo lo contrario, ya que ponen el acento en que ahora no sólo tienen que estar pendientes de la acumulación de clientes a las puertas de los locales de ocio, sino también de aquellos que son usuarios de las terrazas, las cuales se han incrementado sensiblemente por toda la ciudad.
El ejecutivo local del PP aprobó el 30 de junio de 2014 este Plan Acústico Municipal que incluye, entre otras medidas, una auditoría acústica en los locales de ocio de la ciudad para conocer si cumplen con la insonorización. PSOE y Partido de Elche no apoyaron la iniciativa porque no se tuvieron en cuenta las alegaciones presentadas precisamente por la Asociación de Afectados por el Ruido.
En aquella sesión, el concejal de Empresa y Empleo, Luis Ángel Mateo, defendió que el equipo de gobierno del PP era el único que había trabajado por «conciliar» la actividad del ocio con el descanso de los ciudadanos.
Reducir la contaminación
El PAM, con el objetivo inicial de reducir la contaminación acústica en la ciudad, recoge la exigencia de realizar una auditoría acústica en los locales de ocio para indicar que cumplen con la insonorización.
También insta a la instalación de limitadores en los equipos de música de los locales, que a su vez estarán conectados a la Policía Local. El concejal Luis Ángel Mateo reconoció ayer que esto último todavía no ha sido posible, pero que será una realidad «en breves meses»
La iniciativa también trata de remediar que las personas se acumulen ante las puertas de los locales de ocio, además de llevar a cabo distintas campañas de sensibilización entre los dueños de los locales de ocio para que contribuyan también al descanso vecinal.
Sin poder intervenir
La Asociación de Afectados por el Ruido recordó ayer que en aquel pleno no se les dejó intervenir. Ya entonces afirmaron que a su juicio el PAM venía a favorecer a los locales de ocio y la implantación de terrazas en la calle, mientras muchas calles quedaba «desprotegidas» del ruido y se mermaba la calidad de vida de los ciudadanos.
Otras de las medidas contempladas en el plan director para mejorar la calidad de vida de los vecinos en este sentido es la prohibición en horario nocturno de la circulación de vehículos pesados en zona urbana, la adquisición de equipamiento específico para la inspección y control de ruido y el asfaltado fonoabsorbente con el que reducir el ruido del tráfico.
Además del ruido originado por los locales de ocio, el PAM también mira al tráfico rodado, donde se recoge que los viales de mayor tránsito en la ciudad son foco de mucha contaminación acústica; así como al aeropuerto, con especial afección a los vecinos de Torrellano, El Altet y la alicantina Urbanova.
