Técnicos de la Generalitat Valenciana y del Ayuntamiento de Elche, así como arquitectos ilicitanos, coinciden al estimar que existen elevadas probabilidades de que bajo el actual Mercado Central los restos arqueológicos que pudieran haber en su día se encuentren actualmente en un estado tan deteriorado que apenas puedan ser salvables.deteriorado
La incógnita de si bajo el actual inmueble tendrán continuidad los baños árabes del siglo XV, una parte de los cuales permanecen al descubierto desde principios de este año, tendría cada vez menos misterio ya que expertos estiman que al construirse los cimientos del actual inmueble en la década de los 60 se destruyeron buena parte de estos vestigios.
Es más, en una anterior legislatura al parecer se realizaron catas, aprovechando que algunos puestos se encontraban vacíos y se obtuvo información que iba también en este mismo sentido.
Asimismo, se tiene constancia de que las zapatas de los pilares que sustentan el edificio son de unas dimensiones tales que, por fuerza,tienen que haber hecho mucha mella en los posibles restos arqueológicos que pudieran permanecer.
El concejal de Urbanismo, Vicente Granero, recuerda que además de que los pilares profundizan al menos un metro y veinte centímetros de manera soterrada, las zapatas adjuntas obligaron a perforar aún más en el subsuelo.
Por debajo del nivel del suelo
Un experto arquitecto ilicitano, que prefiere no ser mencionado, precisa por su parte que el estrato de apoyo para el actual inmueble está a un metro y treinta o cuarenta centímetros de profundidad. Eso sin olvidar que al acceder a la planta baja del Mercado hay que descender varios peldaños, por lo que el nivel ya de por sí es más bajo que el de la calle.
«Los pilares se apoyan en unas zapatas, unas bases de hormigón grandes para que se reparta todo el peso. Pero es que además, el edificio de los años 60 se hizo sobre otro mercado antiguo, que se derribó y que tenía a su vez su cimentación», recuerda este arquitecto.
A su juicio, la prospección arqueológica que se acometa en su momento se ampliará a todo el mercado, no sólo a algunos puntos del actual edificio, y seguramente «todo parece indicar que la probabilidad de encontrar ahí algo es muy escaso».
Por otro lado, desde el Ayuntamiento también se recuerda que tiempo atrás la plaza de las Flores contaba con un aparcamiento subterráneo, que al parecer nunca prestó gran servicio y posteriormente fue rellenado e inutilizado.
El mismo se construyó en los años 80 y en principio se guardaban vehículos municipales, aunque a finales de los 90 se ordenó su clausura.
Así las cosas, ante el vaticinio de que apenas se puedan encontrar más restos arqueológicos que merezcan la pena preservar, los que defienden el proyecto de derribar el actual Mercado y levantar uno nuevo tendrían un nuevo punto de apoyo a su favor, sobre todo ante el hecho de que esta iniciativa contempla la construcción de un aparcamiento subterráneo de tres plantas y 398 plazas para vehículos, algo fundamental para el proyecto.
Las obras del nuevo Mercado, con un coste de 12,5 millones de euros, no comenzarían hasta después de las elecciones de mayo.
