Días después de que una niña de siete años perdiera parte del dedo al pisárselo con una puerta de hierro que no estaba sujeta a la pared en su colegio, ninguna de las administraciones competentes en materia de Educación acaba de concretar a quién corresponde hacer una evaluación de prevención de riesgos en los centros escolares. Los padres de la niña, alumna del Ferrández Cruz, se preguntaban a la luz del incidente cómo es posible que los colegios no pasen inspecciones periódicas similares a las que son preceptivas por ley en cualquier centro de trabajo. Si la oficina de una empresa, el local de un comercio o cualquier otro espacio con empleados recibe cada cierto tiempo la visita de expertos que evalúan los riesgos pormenorizados de cada detalle e instan a solucionarlos, ¿quién se encarga de eso en los colegios de Infantil y Primaria pensando en los niños?
Este diario consultó ayer sobre este extremo a la Conselleria de Educación sin obtener respuesta, mientras que desde la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Elche su titular, Daniel McEvoy, sí expuso hasta dónde llega la responsabilidad municipal en esta materia. Según explica, la Concejalía realiza todos los años inspecciones aprovechando las vacaciones de verano en cuanto a necesidades de mantenimiento de los edificios y los patios, además de responder a las peticiones concretas que elevan los directores en cualquier momento del curso solicitando reparaciones o notificando averías y especialmente con carácter prioritario a las que tienen que ver con la seguridad. El edil señaló, además, que en el caso del Ferrández Cruz se realizaron recientemente intervenciones solicitadas por la Conselleria de Educación, que había sometido a revisión los edificios más antiguos (el colegio en cuestión ya ha cumplido 50 años de historia), pero a nivel estructural o de cubiertas, en ningún caso entrando a detalles concretos sobre cómo asegurar una puerta de hierro para evitar accidentes o sobre instalar antideslizante en las escaleras, por citar algunos ejemplos que probablemente habrían sido indicados por un experto en prevención de riesgos laborales. Es por ello que el edil señaló que «el mantenimiento que hace la Concejalía en los colegios de Elche es sinceramente muy bueno, lo cual no quita que hay 22.000 alumnos y se pueden dar lamentablemente accidentes». Afortunadamente, reseñó, éste es el primero de gravedad en los tres años y medio que han pasado de mandato, si bien mostró su consternación por las heridas de la menor y quiso manifestar su apoyo a la familia.
Protocolos
De alguna forma, aunque se asume que reducir por completo los accidentes no es posible, los padres de la menor plantean que el de su hija podría haberse evitado con algo tan simple como una cadena en la puerta o un protector en las bisagras, como el que ya va a instalar el centro (hacia cuyo personal no tiene reproche alguno la familia). Los colegios disponen de protocolos de evacuación y de seguridad, aunque realmente nadie aclara si algún experto recorre los edificios en busca de puntos de potencial riesgo de accidentes, teniendo en cuenta que lo equipos directivos pueden dar partes pero no son expertos en prevención.
