La alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, reconoció ayer que ha habido crisis de gobierno durante su mandato pero que, de igual modo, ayer ya daba por cerrada la última acaecida, simplemente con la retirada de las tenencias de alcaldía y, por extensión, la salida de la junta de gobierno de dos de sus ediles más críticos, Sebastián Polo (Seguridad) y Daniel McEvoy (Educación) y colocando en su lugar a otros dos concejales de su máxima confianza: Manuela Mora (Pedanías) y Justino Delgado (Transportes).
De igual modo dejó claro que el edil de Empresa y Empleo, Luis Ángel Mateo, no debe dimitir no debe dimitir ya que se da por aclarada y resuelta la polémica por el hecho de que éste votara en dos plenos a favor de un expediente para urbanizar un sector en Peña de las Águilas donde su familia tiene terrenos.
Tras una junta de gobierno y una reunión del grupo municipal de alta tensión, donde, entre otras muchas cosas, se llegó a pedir la dimisión de Mateo, pero también la del edil de Urbanismo, Vicente Granero, de forma colateral a la polémica por Peña de las Águilas, la alcaldesa dio la cara ante los medios de comunicación respaldada por todo su equipo de gobierno a excepción de los ediles críticos Daniel McEvoy, Sebastián Polo y María José Latour. En la foto tampoco estaba Antonio Luis Martínez-Pujalte, pero la alcaldesa lo excusó al señalar que tenía un asunto profesional en la Universidad de Elche.
Alonso insistió en varias ocasiones en que su gobierno era honesto, transparente, trabajador y profesional y a continuación hizo autocrítica: pidió disculpas a la ciudadanía «si les hemos fallado o sorprendido con alguna declaración» e incluso por el hecho de que «me pudiera equivocar» en la confección de la lista electoral municipal de 2011, sin concretar nombre alguno.
Asimismo reconoció ser consciente de que las convulsiones en su ejecutivo no deben afectar a la gestión del municipio, que la junta de gobierno «tiene que ser ágil y eficiente» y que en su equipo «hay gente que lo está haciendo realmente bien», aunque hay «algunos que tienen miedo a poder asumir alguna responsabilidad».
Por ese motivo les retiraba las tenencias de alcaldía y apartaba de la junta de gobierno a Polo y McEvoy, precisamente los ediles que últimamente más críticos se han mostrado con las formas de hacer las cosas en el grupo municipal del PP.
Alonso agregó también que había tomado esta decisión ya que a estos concejales «les pesa como una losa las juntas de gobierno» y que esto también venía a demostrar que en su gobierno «no es el ordeno y mando».
No obstante, Alonso trataba de dar normalidad al asunto al señalar que sobre Polo «no tengo ninguna queja», y de McEvoy dijo que «es el mejor concejal de Educación de la democracia y seguirá con mi total confianza». Asimismo también calificó a María José López como una «magnífica persona y concejala, con criterio propio».
Tras anunciar que Mora y Delgado pasan a integrarse en la nueva junta de gobierno al adquirir la condición de tenientes de alcalde, salió a defender a continuación a Mateo y Granero. «Tengo total y absoluta confianza y doy mi respaldo tanto a Mateo como a Granero».
La regidora quiso dejar claro que «Mateo tiene el apoyo de todos nosotros» y a la pregunta de si el concejal de Empresa y Empleo le había ofrecido su dimisión, Alonso contestó: «Se ha comentado todo», para incidir en que «él es necesario en este equipo de gobierno» y «lo ha hecho tremendamente bien. Es honesto y cabal al cien por cien».
«Todo con legalidad»
«Todo está claro y transparente y se hace con legalidad», insistió la alcaldesa con respecto de nuevo al polémico asunto de Peña de las Águilas. «La actuación es perfectamente reglada, ajustada a la ley y no hacía falta ni haber aprobado esto en pleno» ya que «la ley valenciana ha cambiado, ya no se exige que el Ayuntamiento inicie el expediente para elegir urbanizador», dijo.
Además, recordó que en el próximo pleno se dejará sin efecto el acuerdo urbanístico sobre Peña las Águilas en el que votó a favor el PP, además de que los propietarios van a presentar un escrito solicitando que se deje sin efecto ese polémico punto del pleno.
Lo que no dijo la alcaldesa es que puesto que la ley ha cambiado y ya no se necesita aprobación del pleno, si los propietarios van a seguir insistiendo en la actuación urbanística por los nuevos cauces que presenta la nueva ley urbanística valenciana.
Con respecto al Mercado Central, la alcaldesa insistió en que las cosas «se están haciendo bien» y reconoció que si le preguntaran como vecina de Elche, «la Alonso ciudadana no haría un supermercado, haría un centro comercial», pero que es algo en lo que ella como primera edil no puede entrar.
A renglón seguido aseguró que los medios de comunicación podían tener acceso a toda la documentación existente sobre el Mercado Central, para concluir declarando: «Seguimos como el primer día: transparencia, honradez y trabajando por los ciudadanos».
Al término de la intervención de la alcaldesa, el edil de Hacienda, Manuel Latour, que el pasado 3 de agosto firmaba un escrito junto con Sebastián Polo y Daniel McEvoy pidiendo un cambio en las formas de gobernar de su partido, y que hace dos viernes estuvo ausente por una importante enfermedad en la junta de gobierno donde se aprobó de manera provisional la adjudicación de las obras del Mercado Central -también se pusieron enfermos casualmente Sebastián Polo, Daniel McEvoy y María José López, aunque esta última al no ser teniente de alcalde no tenía derecho a voto-, quiso desmarcarse ayer de los críticos.
Buena gestión en Hacienda
«No me gustaría ser recordado como un díscolo, sino como un concejal que hizo una buena gestión», dijo Latour, para añadir que pese a las buenas relaciones con Daniel McEvoy no se veía reflejado en el reciente artículo en el que el edil de Educación arremetía de nuevo contra el modo de proceder de su equipo de gobierno. Latour quiso respaldar también el proyecto para elaborar el nuevo Mercado Central.
Tras la jornada de infarto en el Ayuntamiento, la edil María José López reconoció que en la reunión de grupo posterior a la junta de gobierno había pedido la dimisión de Luis Ángel Mateo puesto que «yo en su lugar y hasta suponiendo que no actuara de mala fe, habría presentado mi dimisión para no dañar la imagen y honorabilidad del equipo de gobierno».
También al término, tras ser preguntado McEvoy si consideraba un castigo que le retiraran la tenencia de alcaldía, este señaló: «No entro a valorarlo. Es su potestad (de la alcaldesa) y es su derecho«», para a continuación desear suerte a los nuevos tenientes de alcalde.
Sebastián Polo tampoco se sentía castigado, según aseguraba: «Me ha tenido tres años y medio y ahora no quiere que sea teniente de alcalde. Le doy las gracias por estos años de confianza y a los que entran, la mayor de las suertes». Polo insistió en que «voy a seguir siendo el mismo» y que va a seguir trabajando por los ilicitanos.
