Los juzgados de primera instancia de Elche ostentan el triste honor de ser los que más carga de trabajo soportan de toda España en jurisdicción civil. Un informe fechado en septiembre del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y con base en los datos oficiales del año 2013 enumera uno por uno los órganos judiciales que se sitúan por encima del 150% del nivel óptimo de carga de trabajo y deja a los de Elche en la peor posición en civil, retratando también otros puntos de la provincia que se encuentran en una situación casi tan desesperada: Torrevieja y Benidorm, que ocupan el segundo y tercer lugar.
El juzgado más saturado es el de Primera Instancia Número 5 de Elche, que acabó 2013 con un porcentaje de carga de trabajo del 363,12% con respecto a la situación óptima. Este juzgado tiene precisamente una exención del 40% de los procedimientos declarativos (verbales y ordinarios) porque se ha especializado en procedimientos de internamientos (que en 2013 fueron el doble que en el año anterior) y demandas de incapacidad. Al margen de los asuntos pendientes de resolver que se arrastran de años anteriores, se atendieron en los juzgados de primera instancia de Elche, Torrevieja y Benidorm el triple de asuntos de lo que considera adecuado el CGPJ.
En el caso concreto de Elche, número 1 cerró el ejercicio 2013 con un 330% de carga de trabajo, el número 2 se situó en un 355%, el número 4 en 341% y el número 3 se quedó en el 245%, aunque en este último caso no se ha computado el trabajo que supone encargarse del Registro Civil de Elche (completamente desbordado y falto de personal), por lo que tiene una exención del 25% en todos los asuntos.
Los juzgados de primera instancia de Alicante están entre un 240% y un 280% de carga de trabajo y disponen de dos refuerzos, mientras que los tres de Torrevieja se sitúan en una media del 312% y los tres de Benidorm cerraron 2013 en una media del 306%.
Consejo de Jueces
Así, dado que no se van a crear tres juzgados por cada uno de los referidos para repartir el trabajo, el Consejo de Jueces de Elche se reunirá el viernes para consensuar una petición formal y volver a poner sobre la mesa la exigencia de que se ponga en marcha el Juzgado de Primera Instancia número 7, que se concedió hace años pero no se llegó a crear físicamente por recortes de las administraciones (el espacio está reservado en la cuarta planta de la Ciudad de la Justicia de Elche y ahí sigue vacío, no precisamente por falta de trabajo sino de fondos). La petición de refuerzo podría partir también de la sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia, aunque lo pida quien lo pida serán el CGPJ y después del Ministerio de Justicia quienes deban dar el visto bueno, habilitar fondos o decidir sobre prórrogas.
Actualmente, los cinco juzgados de primera instancia de Elche (el sexto está dedicado a Familia) cuentan con una juez de refuerzo desde junio que celebra alternativamente juicios de cada uno de los juzgados. La intención es que el retraso no se siga acumulando, dado que se estaban señalando juicios a 18 meses vista (y se habían alcanzado hasta los veinte meses de retraso) cuando solo cinco años antes se señalaban para dos meses, eso teniendo en cuenta que a la luz de los datos no se puede atribuir a que los magistrados trabajen por debajo de las exigencias. El trabajo de la juez de refuerzo, de todas formas, se realiza con el mismo número de funcionarios, por lo que la oficina judicial tiene que acelerar aún más.
En el cómputo global de todos los juzgados y salas de España (ni más ni menos que 1.695 que superan ese 150% de carga de trabajo de los 3.894 que hay en total en todas las jurisdicciones), los de primera instancia de Elche, Torrevieja y Benidorm sólo se ven superados y equiparables a cinco juzgados de lo mercantil andaluces y tres de Valencia, la sala de lo Civil y Penal del TSJ de Cataluña y la Sección 5ª de la Audiencia Provincial de Madrid. Los juzgados de lo mercantil 1 y 2 de Alicante sobrepasan también en unos puntos porcentuales el 300% del módulo marcado por el Consejo General del Poder Judicial para medir la sobrecarga de trabajo.
