Los padres y madres del colegio Clara Campoamor sacaron ayer a sus hijos de las aulas al superar en el interior de centro los 27 grados centígrados que marca como límite el Real Decreto 486/1997 en materia de seguridad y salud en el trabajo, tal y como llevan reivindicando ante los medios de comunicación desde el inicio del curso escolar el pasado miércoles. Por tanto, durante el primer recreo, a las 10.45 horas, y tras comprobar la temperatura en el interior de las aulas a esa hora de la mañana, prácticamente el 50% de los 700 alumnos que estudian en el centro abandonaron el colegio, en señal de protesta, y muchos de los familiares aseguraron que seguirán tomando esta determinación mientras no se aporte ninguna solución por parte de la administración o disminuyan significativamente las temperaturas. Sin embargo, y según recoge las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, el calor irá en aumento a partir de mañana, después del leve descenso registrado el pasado fin de semana. Mientras que la AEMET marcaba una máxima de 31 grados en la ciudad durante la jornada de ayer, en los próximos días aumentará hasta los 35 grados que se prevén para el próximo viernes.

Desde el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Pública Valenciana, STEPV, apoyaron las reivindicaciones de los centenares de padres y alumnos que se congregaron a las puertas del centro para exigir soluciones a la Conselleria. «Es necesario que Educación rectifique. Ya se ha hecho ante otras circunstancias, ante fuertes vientos o situaciones climáticas adversas», asegura Pep Coll, portavoz de la formación sindical. Además, asegura que no se trata de un problema aislado, pues aunque el adelanto del curso escolar ha acentuado el problema «estamos en una zona en la que el cambio climático ya es una realidad, el verano cada vez se prolonga más en el tiempo por lo que en las zonas más calurosas habría que invertir en aires acondicionados o sistemas de ventilación».

Y es que el Clara Campoamor ya recurrió al Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (INVASSAT) el pasado curso, debido a diferentes deficiencias, incluidas las altas temperaturas que alcanzan las aulas. Esta queja ante el organismo valenciano también se interpuso la pasada semana, por lo que un técnico del INVASSAT se desplazó hasta el centro para realizar un informe con un termómetro de precisión, que determinó que el mercurio oscilaba entre los 30,4 grados y los 32 en el aula de Música e Informática. informe termómetro30,4 grados 32 Según el centro, esta medición estaba prevista desde el curso pasado.

Orientación del edificio

Al intenso calor registrado durante el inicio de curso se une, en el caso del Clara Campoamor, «que las características del edificio y su orientación facilita que el sol entre durante todo el día en las aulas, por lo que se concentra más calor de lo habitual, ya que cuenta con unas grandes cristaleras que absorben toda la luz y el calor», asegura Pep Coll. «Además, a esto hay que unirle el hecho de que el centro está construido en una zona más baja que las carreteras y edificaciones de alrededor, por no mencionar que no hay ni una pizca de sombra ni en el patio ni en los alrededores».

Por otro lado, en el colegio Princesa de Asturias algunos padres ya tomaron una decisión similar el primer día de clase, cuando optaron por no llevar a sus hijos al colegio para evitar que sufrieran un excesivo calor. Clases impartidas en el patio en el colegio Jaume I o aulas equipadas con ventiladores y puertas abiertas para aprovechar las corrientes de aire, así como los rudimentarios abanicos, son la tónica habitual en todos los centros escolares.

Protestas con humor

Sin ir más lejos, en el Instituto de Educación Secundaria Carrús, los muros y la puerta de acceso están decorados con carteles de protesta de lo más originales elaborados por los propios alumnos. Desde «estamos en clase y parece el desierto de Shurima» hasta otros más internaciones como «autumn is not coming», aunque también hubo quien fue más literal: «me muero de calor en clase». Al menos el calor no acaba, de momento, con el sentido del humor.