El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche podría haber pisado el acelerador en la adjudicación del proyecto de las obras del Mercado Central en plena polémica por este asunto, ya que se ha generado un importante movimiento social, sindical y político en contra.
El ejecutivo, que encabeza la popular Mercedes Alonso, tiene previsto resolver el concurso de licitación, para llevar a cabo la demolición y creación del nuevo Mercado Central, de manera inminente. Algunas fuentes señalan que la mesa de contratación incluso podría pronunciarse de algún modo este próximo lunes, extremo éste que no ha podido ser confirmado por este diario.
Las «prisas» del equipo de gobierno han surgido sobre todo a raíz de que en el pleno de este pasado lunes se aprobara, ante la impotencia del PP y la mayoría de la oposición (PSOE, Partido de Elche y Cristina Martínez), una moción por la cual se suspendía la aprobación del Plan de Reforma Interior (PRI) del Mercado Central.
En concreto se dio luz verde a una suspensión temporal mientras el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana se pronuncie al respecto del recurso admitido a trámite. Pero además también se aprobó «instar a la junta de gobierno a que paralice la licitación en marcha».
El 2 de agosto de 2013 la junta de gobierno aprobaba el pliego de condiciones técnicas y cláusulas administrativas del proyecto que salió a licitación pública para la «adjudicación de las obras, redacción del proyecto, construcción y explotación del nuevo Mercado Central de Elche». A la misma concurrieron dos empresas, con ofertas por debajo de los 9,2 millones de euros y que ahora está por conocer cuál es la adjudicataria.
Reurbanización
El pliego de condiciones conlleva una reurbanización de la zona ya que, además del Mercado Central, también se actuaría urbanizando calles anexas y la plaza de Las Flores, pero además habría una intervención museística sobre las catas arqueológicas anexas.
Preguntado el PSOE sobre esta situación, el portavoz municipal, Antonio Rodes, calificó ayer de auténtica «provocación» si esto finalmente se lleva a cabo en un momento donde existe un destacado rechazo social a la iniciativa del equipo de gobierno.
«Sería una provocación, un desafío al acuerdo del pleno y a la opinión pública. Es todo lo contrario de lo que en estos momentos necesita el Ayuntamiento», según Rodes.
El socialista advirtió que una adjudicación en estos momentos podría resultar un proceso «fallido» y podría dar lugar a reclamaciones e indemnizaciones «importantes».
«En ese caso el Ayuntamiento se podría ver obligado a indemnizar a la adjudicataria, es decir, que los ilicitanos se podrían ver obligados a tener que pagar la obstinación del equipo de gobierno y de la alcaldesa», según indicó Antonio Rodes, quien a su vez apuntó que sobre los miembros de la mesa de contratación del proyecto también podría repercutir alguna indemnización económica si el proceso finalmente se revirtiera.
Desde las filas socialistas se quiso además recordar al equipo de gobierno que en esta polémica «la voluntad de la mayoría municipal es que finalmente ese proyecto no se realice», para agregar finalmente sobre este asunto: «La alcaldesa y el equipo de gobierno no han entendido nada».
Por su parte, desde el Partido de Elche, el edil Jesús Pareja calificó de «grave» si se llegara a adjudicar la obra de manera inmediata. «Si lo hacen están incumpliendo un mandato soberano del pleno», advirtió el edil, quien señaló también que si «el PP hace lo que le dé la gana» no descartaba que esto pudiera ser constitutivo de un delito grave.
Pareja apeló a reconducir la situación, no forzar que se acuda a la «vía judicial» y a consensuar un nuevo proyecto para el Mercado.
