El equipo de gobierno ha decidido cambiar el paso y estudiará la posibilidad de trasladar la zona acotada para la "guerra de carretillas" durante la Nit de l'Albà a otro lugar, tras la polémica que se ha generado en los últimos días por la decisión de prohibir el lanzamiento de este producto pirotécnico en todo el término municipal ilicitano en la noche del 13 al 14 de agosto. Así lo anunció ayer la alcaldesa, Mercedes Alonso, quien aseguró que "en la zona centro no se va a permitir el lanzamiento de carretillas, pero en otros lugares estamos abiertos a propuestas". En esta línea, sentenció que "somos dialogantes y no queremos imposiciones, pero tenemos que respetar a la gente que es mayoría, y que no quiere que le provoquen perjuicios y daños en sus propiedades".

La regidora ilicitana hizo hincapié en que la decisión de suprimir la zona acotada en el centro "ha sido muy estudiada, meditada y sopesada", pero añadió que "estamos abiertos al diálogo, porque no queremos prohibir algo que el próximo año va a estar prohibido, ya que la legislación europea no permite que se compren carretillas si no es a través de una asociación y con carnet".

Alonso evitó concretar quién podría ser el interlocutor, si asociaciones o profesionales, y se limitó a indicar que "estamos abiertos al diálogo y a las propuestas razonables, porque no queremos decir que se prohíbe y ya, pero tenemos que conciliar esos dos intereses, porque las dos partes tienen el mismo derecho, tanto unos como otros, y es mucha más la gente que no quiere una "guerra" en la calle desde la Glorieta hasta la zona del Parque Municipal".

También evitó concretar posibles emplazamientos. "Estamos abiertos a propuestas", apuntó simple y llanamente. No obstante, respecto a la posibilidad de que se traslade al cauce del río, como se ha planteado desde diversos sectores, comentó que "ya lo dije yo el año pasado porque me pareció una buena idea, y tengo que decir que el comisario de la Policía Nacional fue quien alertó de que se podía caer alguien al río y, por eso, no se hizo". En cualquier caso, admitió que "esta posibilidad está abierta, y sigue pareciéndome un sitio en el que se puede hacer, porque el río tampoco es caudaloso y no se va a ahogar nadie, y la gente que tira carretillas debe asumir su responsabilidad".

Por otro lado, descartó que se vayan a reforzar las medidas de seguridad para evitar las carretillas en el centro de Elche: "Va a haber la seguridad de todos los años, porque nunca se ha permitido tirar de forma indiscriminada carretillas ni en las pedanías ni en el resto de la ciudad, y para eso están los cuerpos y fuerzas de seguridad, que tendrán que vigilar, como se hace en otras poblaciones, y se ha hecho y se hará en Elche, y el que tire carretillas donde no está permitido tendrá que asumir sus responsabilidades, como ha ocurrido todos los años", puntualizó. En este sentido, comentó que "todos los años hay casos de quemaduras desde la tarde en distintas zonas en las que no está permitido, y en Las Bayas ha habido problemas, e incluso el año pasado vino gente de fuera a tirar carretillas en esa pedanía, con la consiguiente queja de los vecinos".

Una reivindicación de los negocios

La alcaldesa subrayó que "la "guerra de carretillas" es una tradición de hace 30 años que hay que respetar, pero también hay que conciliar el derecho que tiene la ciudadanía a pasear y, sobre todo, en una situación económica complicada, hay que conciliar el derecho a que la gente pueda ganarse la vida esa noche en las terrazas y cafeterías, ya que, si cerramos el centro, esos negocios pierden clientela". También argumentó que la zona acotada en el centro tenía un coste de 80.000 euros para las arcas municipales, subrayó que "la gente que viene a Elche en la Nit de l'Albà se marcha corriendo por el miedo a las carretillas", y aludió a la mala imagen que se ofrece de la ciudad cada año por la cifra de heridos.