La piña de todo el equipo en el área de Juan Carlos, cuando Sagues Oscoz pitó el final del partido, reflejó que este grupo de jugadores sabe sudar una camiseta con la franja verde y que está unido para llevar al Elche hacia la parte alta de la tabla.

Necesitaba un triunfo como el de ayer en el Anxo Carro de Lugo (1-2) para confirmar que está en el buen camino. Era el partido de los hechos, por encima de las sensaciones, y los tres puntos los sumó el equipo de Toril cuando más los necesitaba.

Los franjiverdes dieron un auténtico baño de fútbol al equipo gallego en los primeros 44 minutos y los goles de Borja Valle y Nino pusieron el 0-2. Pero, en el 45, a la salida de un córner, los ilicitanos vieron, una vez más, como un error en la marca les costaba muy caro. Calavera, sólo, en el segundo palo, mandó el balón al fondo de la red (1-2). La sensación de amargura invadía el entorno ilicitano, ya que su juego fue muy superior al de su rival. Daba la sensación que se iban al descanso con el marcador en contra cuando iban ganando.

En el segundo tiempo, al Elche le tocó sufrir para mantener el resultado. Incluso, con el tiempo cumplido, Juan Carlos sacó una mano prodigiosa a tiro de Joselu y evitó el empate, lo que hubiera aumentado más las dudas de los franjiverdes de cara al futuro más próximo.

Toril introdujo dos cambios en el once inicial. Como era esperado, Pelegrín salió por Armando, mientras que Pelayo hizo lo propio por Guillermo. El técnico franjiverde dibujó un 4-2-3-1 sobre el césped del Anxo Carro, con Nino como hombre más en punta. Tras unos minutos de tanteo, el Elche se adueñó del centro del campo y con dos hombres brillantes como Hervías y Borja Valle, y el trabajo solidario del resto, brindó una primera parte soberbia, la mejor de la presente campaña. Pieza clave, Pelayo, que con su trabajo en la medular rompió a un equipo que juega se mueve alrededor del balón como el Lugo.

Fruto de este buen juego llegó el primer gol de Borja Valle como franjiverde, en el minuto 19. El berciano, que dedicó su diana a la grada, en la que se encontraba su familia, recibió un balón de espaldas de Fabián, se revolvió de forma perfecta y su disparo cogió a contrapié a José Juan. Seis minutos más tarde, de nuevo Valle, enganchaba un potente chut dentro del área, el balón lo despejaba el meta del conjunto gallego y, Nino, muy atento, lograba el 0-2.

La afición local pita a los suyos

Los ilicitanos no se contentaron con este resultado y siguieron empujando sobre el área rival. Faltó el tercer gol para sentenciar, pero hasta el público del Anxo Carro comenzó a pitar a los suyos ante la impotencia por superar el juego de muchos quilates del rival.

Con el primer tiempo casi cumplido, llegó el gol de todas las jornadas. Calavera, en un fallo de marcaje, a la salida de un córner, acortó distancias y volvieron a aparecer las dudas en el equipo ilicitano.

El descanso sirvió para tomar aire, pero el Lugo salió con el deseo de darle la vuelta al marcador. El Elche no estuvo ni la mitad de fino que en la primera mitad, tampoco fue certero para matar a un rival desesperado,. Pero supo apretar los dientes hasta el final para quedarse con los tres puntos.

No faltó sufrimiento y, sobre todo, un paradón impresionante de Juan Carlos, en el minuto, 90, a disparo de Joselu.

Esta vez terminó bien el cuento, quedó demostrado que lo ocurrido ante el UCAM fue sólo un accidente y que se tienen mimbres para competir en la parte alta de la tabla.

Para ello, hay que saber prolongar durante más tiempo el juego brillante de los primeros 45 minutos y agarrarse los machos cuando el rival aprieta. Con ese cóctel, este equipo es capaz de ganar a cualquiera, como ayer lo demostró en tierras gallegas.

La piña final del equipo demuestra que todos van a una. Los refuerzos de invierno le han dado otra cara al equipo y la llegada de Túñez solidez a la línea defensiva. Ahora toca ahora ganar al Huesca y sumar, por primer vez en esta Liga, dos victorias consecutivas.