La identidad propia que pidió Toril Toril el pasado viernes en la previa del partido ante el Girona se quedó en el baúl de las equipaciones del Elche. Los ilicitanos recibieron ayer una cura de realidad en el estadio de Montilivi ante un rival que fue muy superior de principio a final. Excepto en 10-15 minutos del comienzo del segundo tiempo, el conjunto franjiverde vio como el cuadro catalán le pasó por encima a una velocidad mucho más alta.

El Elche, a pesar de que estaba avisado, no pudo nunca contrarrestar el sistema de juego de tres centrales, dos carrileros muy profundos y dos delanteros que utiliza el conjunto gerundense. El buen nivel mostrado en la primera jornada ante el Rayo Vallecano dio ayer un giro de 180 grados. El Girona se llevó, con toda justicia, la victoria, marcó tres goles y pudo hacer alguno más e infligir una derrota escandalosa a los ilicitanos. El tanto de Guillermo, ya en el tiempo de prolongaión y cuando el partido era un correcalles, fue simplemente una anécdota y sólo sirvió para maquillar el resultado.

Los franjiverdes cambiaron como de la noche al día, se le apagaron las luces y no encontraron nunca el balón. Tuvieron enfrente a un rival mucho más rodado, que jugó con más intensidad y que le supo hacer mucho daño por las bandas y con una presión alta.

Machín le ganó claramente la partida a Toril durante los primeros 45 minutos. A pesar de que el técnico franjiverde dijo que quería un equipo con identidad y que juegue igual fuera que en casa fue sólo una declaración de intenciones que cayó en saco roto.

El Elche no pudo ni supo nunca frenar el sistema de juego del conjunto catalán. Y eso que no era una sorpresa porque los gerundenses llevan ya tres temporadas utilizándolo.

Con una línea de cuatro defensas muy atrás, los dos pivotes justo por delante de los zagueros,permitieron muchos espacios en el centro del campo y los ilicitanos tuvieron las líneas muy separadas, algo que aprovechó siempre el equipo local. Además, Cifu entró como quiso por su banda y los dos extremos franjiverdes (Pedro y Pablo Hervías) estuvieron más pendientes de defender a los carrileros del Girona que de crear peligro.

Matilla no apareció nunca, se perdió en la mediapunta y no arropó a los dos pivotes que estuvieron muy atrás. Guillermo fue un islote en el ataque que y, a pesar de su buena voluntad y esfuerzo, siempre vio el balón por arriba y apenas tuvo opciones cerca del área local.

Si a todos esos errores tácticos se añade el fallo de Juan Carlos en el primer gol, colocando mal la barrera y permitiendo que el balón le entrase por el primer palo, son demasiadas facilidades y el Girona, que había avisado varias veces, se adelantó a los 21 minutos (1-0).

El mazazo no espabiló al Elche que no encontró nunca su sitio en el campo. Mientras tanto, los gerundenses hicieron añicos el sistema defensivo ilicitano con muchos robos balones y pelotas a las espaldas de los jugadores franjiverdes. El segundo gol del Girona, obra de Portu, a los 40 minutos, no hizo más que hacer justicia a la enorme superioridad de los catalanes durante el primer tiempo.

Todo le salió al revés al Elche. Incluso, en el minuto 43, Mandi vio como se le giraba la rodilla, tuvo que salir en camilla y todo apunta a una lesión grave de larga duración.

Nino le da otro aire

Toril sacó a Nino por Mandi. Situó a Matilla en el doble pivote y tras el descanso el juego mejoró un poco. El delantero almeriense, a quien algunos le critican por su edad, hace prácticamente todo bien. Supo interpretar el partido jugando entre líneas, recibir de espaldas y abrir a los costados. A la aparición de Nino se añadió un ligero cambio en el sistema defensivo. La línea de los cuatro de atrás adelantó unos metros su posición. Eso hizo que los pivotes también los hicieran y que ya no hubiese tantos espacios entre líneas. Tan fácil como eso.

Los ilicitanos parecían que se querían meter en el partido. De hecho, si el árbitro hubiera señalado un penalti, tan claro como absurdo, de Cifu sobre Pablo Hervías, lo podrían haber hecho.

Pero fue sólo un espejismo porque las pérdidas balón en zonas conflictivas volvieron a castigar a los franjiverdes. El italiano Longo, que está cedido en el Girona por el Inter, avisó primero y sentenció un minuto después marcando el tercero (3-0, m. 74).

Ahí quedó el encuentro finiquitado y los jugadores del Elche bajaron definitivamente los brazos ante las desesperación de Toril en el banquillo.

El cuadro catalán jugó a placer los últimos minutos, pudo marcara el cuarto, pero ya no era cuestión de hacer más daño. En el tiempo de prolongación, Nino y Guillermo, los dos mejores del Elche, protagonizaron una buena jugada y el delantero cedido por el Athletic recibió el premio del gol (3-1).

Al final, la pérdida de identidad del Elche fue castigada con un golpe de realidad que sirve para frenar la euforia. Pero ni frente al Rayo eran ta bueno ni ayer contra el Girona tan malo. El sábado hay otra revalidad contra el Tenerife.