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Crespo: «En mi mandato jamás hubo politización alguna dentro de la CAM»

El expresidente de la caja declara ante la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera que no compró cuotas «por ética, para no hacer negocio con la información privilegiada que teníamos»

Crespo: «En mi mandato la CAM jamás se politizó»

Grabada está la declaración que Modesto Crespo prestó en el juicio por el falseo de las cuentas de la CAM donde aseveró, sin pestañear, que una de sus funciones en la caja era acompañar a comprar zapatos a las mujeres de los directivos con los que se estaba negociando la fusión. Ayer, ante la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, el último presidente de la entidad quiso desdecirse de sus palabras y afirmó, también sin pestañear, que la prensa las había sacado de contexto. Del juicio en la Audiencia Nacional logró salir absuelto. De la comisión parlamentaria, aunque no se jugara tanto, no.

Éste es el ejemplo que mejor resume la comparecencia del empresario ilicitano ante diputados de todo del arco político parlamentario de los que algunos, como el representante de Compromís, el crevillentino Ignasi Candela, o el de ERC, Joan Olóriz, abandonaron indignados la sala por lo que calificaron como «una tomadura de pelo» por parte de Crespo.

Acompañado por su abogada, quien le asesoró ante la batería de preguntas que le formularon los políticos, el empresario acudió a la comisión con el objetivo de limpiar su imagen y no reparó en gastos. Desde verter afirmaciones tan fácilmente desmentibles como que «jamás hubo politización alguna dentro de la CAM durante su mandato» hasta no importarle aludir a su antecesor, el fallecido Vicente Sala, para apuntarse el tanto de que al llegar y encontrarse con que se celebraban consejos fuera de España como premio a los consejeros, fue él quién acabó con esa práctica.

Pero éste no fue el único mérito que se atribuyó. Pese a insistir durante gran parte de su comparecencia, al igual que hiciera en el juicio, que carece de conocimientos financieros, Crespo sacó pecho sobre su trabajo en Tinser. Y, en lo que sonó a ensayo general de los argumentos con los que se defenderá cuando en mayo sea juzgado por haber cobrado 600.000 euros como presidente del consejo de administración de esta filial de la caja sin hacer nada a cambio, precisó que gracias a su gestión se habían logrado «desinversiones» como la de Terra Mítica. «Llegué en 2009 y sólo pude hacer lo que pude hacer», repitió en varias ocasiones, «como deshacer algún entuerto heredado de etapas anteriores», dijo en alusión al parque temático.

Pese a la dureza de algunas de las cuestiones, como cuando el representante de Ciudadanos le planteó si le parecía decente ocupar un puesto para el que no estaba preparado o cuando el de Compromís le preguntó si después de lo que había hecho se consideraba «un buen cristiano», Crespo recibió cada impacto sin apenas inmutarse. Y hasta para las cuotas tuvo salida. «Fuimos el conejillo del Banco de España y los consejeros no compramos por ética, para no hacer negocio con la información privilegiada que teníamos».

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