El fuerte incremento del consumo que ha caracterizado la evolución económica en los últimos ejercicios empieza a dar síntomas de agotamiento. Tras dos años consecutivos con crecimientos por encima del 5%, las tiendas de la Comunidad Valenciana cerraron el pasado 2017 con un avance de sólo 1,1%, según los cálculos del Instituto Nacional de Estadística, una cifra por debajo de las previsiones del sector pero también, incluso, una décima por debajo de la media nacional, que se situó en el 1,2%, un avance igualmente discreto.
Por formatos, todos los modos de distribución elevaron sus ventas en 2017 en el conjunto del país, salvo las pequeñas cadenas, que las recortaron un 0,8%. El mayor aumento anual de la facturación se lo anotaron las grandes cadenas (+3,1%), seguido de las grandes superficies (+1,6%) y de las empresas unilocalizadas (+0,2%).
Según los datos del organismo estadístico, las ventas de los productos alimenticios se incrementaron un 2,1% en 2017 a nivel nacional, mientras que las de los no alimenticios avanzaron un 1,2%. Entre estos últimos, el mayor crecimiento de las ventas se dio en el segmento del equipo del hogar (+3,7%), seguido del equipo personal (+2,9%) y de otros bienes (+0,2%).
La buena noticia es que el empleo en el sector sí que ha crecido en mayor medida. En concreto, un 2,1%, según las mismas fuentes.
¿Consolidación o freno?
En el apartado de valoraciones es donde se producen las discrepancias. Desde la Cámara de Comercio de España recuerdan que se trata ya del cuarto año consecutivo de incremento de las ventas, por lo que consideran que el dato confirma la consolidación de la economía y el afianzamiento de la confianza de los consumidores.
Por el contrario, desde la Confederación Española del Comercio (CEC) alertan de que la liberalización de los períodos de las rebajas, con promociones y descuentos constantes, junto con el comercio electrónico, son los principales responsables de la ralentización del crecimiento en las ventas y del cambio de modelo comercial que está viviendo el sector, según un comunicado que recoge Europa Press.
En concreto, los comerciantes reconocen que viven "con preocupación" el "tímido" crecimiento del sector en diciembre, ya que creen que el aumento interanual del 1,5% en el último mes del año no solo deja cortas las previsiones del sector, que contaban con un 3% de crecimiento, sino que el que era tradicionalmente el mes de las compras y el consumo se ha quedado este año 1,7 puntos por debajo del mes anterior.
La CEC destaca que estos datos muestra el cambio en el modelo comercial que se está viviendo, "desdibujando los picos de consumo, que ahora se reparten a lo largo del año" y alertan de que el gran perjudicado es el comercio de proximidad.
