Tras cinco años de mejora progresiva, el mercado inmobiliario de la provincia ha alcanzado ya velocidad de crucero y los volúmenes de negocio que se manejan comienzan a ser más que considerables. Sólo en los nueve primeros meses de este año la compraventa de viviendas de todo tipo -nuevas y de segunda mano- movió en Alicante 3.436 millones de euros, según los últimos datos del Ministerio de Fomento, lo que supone 437 millones más que que en el mismo periodo de 2016 -un 14,5% más, en términos porcentuales- y casi 1.300 millones más que en 2012, el año en que el sector tocó fondo.

Una cifra que sigue aún muy alejada de la locura que se produjo durante los años de la burbuja inmobiliaria -cuando se duplicaban esos importes- pero que cada vez cobra mayor importancia en el conjunto de la economía alicantina. A modo de ejemplo basta con decir que el volumen de dinero que mueve el negocio inmobiliario en la zona ya está cerca de igualar a los ingresos que generan las exportaciones de la industria alicantina, que en el mismo periodo facturó 3.910 millones de euros en el extranjero, según el último balance del ICEX.

Un buen momento para el sector que se refleja también en el número de compraventas de viviendas que se cierran: 29.599 entre los meses de enero y septiembre, un 13,1% más que en el mismo periodo de 2016 y la mejor cifra desde el año 2008. Eso sí, de momento es el mercado de segunda mano el que acapara la mayor parte del negocio ya que las pisos de nueva construcción apenas suponen el 12% del total de transacciones, pese a la notable recuperación que también se ha registrado en la actividad constructora. Eso sí, hay que tener en cuenta que los datos que facilita Fomento proceden de las escrituras que se formalizan en las notarías, por lo que no incluyen las viviendas que se venden sobre plano hasta que no se entregan, lo que retrasa el reflejo de esta reactivación de la obra en las estadísticas oficiales.

En cuanto al tipo de comprador, Alicante vuelve a situarse como líder destacado en la venta de segundas residencias a extranjeros, con más de una quinta parte del total nacional y a mucha distancia de destinos competidores como Málaga o Canarias. En los tres primeros trimestres del año este segmento sumó hasta 14.517 operaciones en la provincia, un 10,5% más que el ejercicio anterior, a pesar del parón que ha supuesto el Brexit en la compraventa de casas por parte de ciudadanos británicos, como recuerda el presidente de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Antonio Fernández. Un descenso que ha sido sobradamente compensado por compradores de otras nacionalidades, como belgas, holandeses o noruegos, entre otros, aunque los datos de Fomento no lo detallan.

No obstante, el principal hecho diferencial de este año en el sector inmobiliario alicantino es la notable mejora que ha experimentado la demanda nacional, que se ha incrementado un 17,5%, hasta alcanzar las 14.774 viviendas vendidas. «Empezamos a notar que se está reactivando la demanda de primera residencia, lo que permite que la actividad empiece a remontar también en las poblaciones del interior , especialmente en los grandes municipios, donde el mercado seguía parado a pesar de que en la costa ya llevábamos varios años de mejora», señala del presidente de Provia, quien no duda en atribuir a la mejora económica y del mercado laboral esta recuperación en la venta de viviendas a la población local.

Precios estables

El presidente de los promotores alicantinos también destaca como factor positivo el hecho de que los precios se hayan mantenido más o menos estables en la provincia durante los últimos años a pesar de este aumento de demanda, lo que ha beneficiado el dinamismo del mercado ya que adquirir una vivienda en la zona todavía resulta alrededor de un 20% más barato que la media nacional. Toda una ventaja a la hora de atraer compradores. Unos precios ajustados que, según Antonio Fernández, se han logrado mantener gracias a la existencia de una oferta suficiente, tanto de vivienda nueva -Alicante es una de las zonas donde más se construye-, como de pisos de segunda mano. Según los últimos datos del Ministerio de Fomento, el metro cuadrado se paga en la provincia a 1.231 euros de media frente a los 1.540 euros del conjunto nacional.