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Retos y oportunidades del sector inmobiliario y la construcción

Con mucho camino por delante

Los promotores alicantinos buscan alcanzar sinergias con el sector hotelero y abogan por una regulación en el ámbito del alquiler de apartamentos turísticos

Con mucho camino por delante ISABEL RAMÓN

Los promotores y constructores de la provincia abogan por buscar sinergias con el sector turístico, así como por un marco regulatorio que permita la convivencia y el desarrollo tanto de la actividad hotelera como de la del turismo residencial en el escenario del alquiler de apartamentos turísticosapartamentos turísticos. Apuestas de futuro que representantes de cinco destacadas empresas familiares de la provincia de la construcción -con más de 40 años de trayectoria- pusieron sobre la mesa en una jornada organizada por INFORMACIÓN y la consultora KPMG.

Un encuentro informativo en el que se analizaron las perspectivas y retos que se plantean promotores y constructores alicantinos en la nueva etapa de reactivación que vive el sector -«que no de burbuja», especifican-, tras un largo e intenso periodo de crisis.

En la mesa de debate, que estuvo moderada por el subdirector del periódico Fernando Ramón, participaron Antonio Fernández, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Alicante (Provia) y gerente de Promociones Maisa, de Elda; Enrique Peláez, director general de internacional de Ecisa (Alicante); Javier Fur, CEO del grupo Marjal, con sede en Guardamar del Segura; Pablo Serna, director general de TM Grupo Inmobiliario, que opera desde su central ubicada en Torrevieja; Vicente Mestre, director comercial y de marketing del grupo inmobiliario VAPF (Marina Alta); Javier López Torres, socio responsable de Real Estate KPMG en España, y Miguel Ángel Paredes, socio director de KPMG en Alicante y Murcia.

En un momento en el que el sector comienza a salir de una feroz crisis, las empresas consideran que uno de los principales retos es el de despejar incertidumbres. Y el primer escenario que señalan es el del turismo residencial, en el que muchas compañías inmobiliarias operan. El objetivo prioritario que plantean es «ir unidos» con el sector hotelero para potenciar la actividad turística y evidenciar su peso como motor económico. «Tenemos que ir de la mano», señalaba Vicente Mestre; «formar equipo entre los profesionales del sector y también con la Administración, porque todos somos turismo e imprescindibles para la economía provincial», añadía Javier Fur, quien, asimismo, planteó que en esta especie de «alianza», el turismo residencial podría contribuir a la ansiada «desestacionalización del sector».

Los promotores son gestores de suelo y constructores de viviendas, pero sus clientes se han ido diversificando, especialmente durante el periodo de crisis. El desplome de la demanda nacional les hizo apostar por los mercados internacionales, que se convirtieron, en gran parte, en un colchón con el que sortear el ajuste. Y ahora, un alto porcentaje de los compradores de las viviendas que construyen procede de países europeos. Pablo Serna, director general de TM, aseguraba que «de los más de 12 millones de pasajeros que el pasado año registró el aeropuerto Alicante-Elche entre el 60% y el 70% viene a las residencias que hemos construido». Unas cifras similares a las que maneja Antonio Fernández, presidente de Provia y gerente de Promociones Maisa, quien subrayó que «el 75% de las pernoctaciones de visitantes en la provincia se produce en el turismo residencial».

Además, Fernández también destacó en la mesa que la actividad inmobiliaria destinada a los clientes extranjeros «ha propiciado crear una masa crítica de viajeros por la que algunas compañías se han decidido a abrir rutas aéreas directas con distintas ciudades europeas, una situación que sin el turismo residencial no se habría producido». Los promotores se consideran parte importante del sector turístico y de la exportación provincial. Antonio Fernández indicó que el pasado año la venta de viviendas a extranjeros representó más de 2.400 millones, «cifras que podrían situarlo como una de las principales actividades exportadoras alicantinas». El dirigente de Provia y Maisa entiende que el turismo, en su conjunto, «es un sector estratégico». Y cree que así debe ser considerado por la Administración, «como ocurre con el caso de la cerámica en Castellón», citó a modo de ejemplo.

Javier López Torres, socio responsable de Real Estate KPMG en España, también aportó el dato de que las estimaciones que se manejan sobre el sector inmobiliario, en general, es que «por cada casa que se construye se crean 2,3 empleos». Otra cifra que ayuda a visibilizar «el peso específico que tiene la edificación de viviendas en la economía»; una aportación «que podría verse reflejada en un estudio», apuntó López Torres.

La regulación en el ámbito del alquiler de apartamentos turísticos también la defendió Enrique Peláez. El responsable de Internacional Ecisa sostiene, además, que los agentes hoteleros y del turismo residencial tendrían que poner el acento «más en lo que les une», porque eso propiciaría «un crecimiento exponencial de visitantes a la provincia y la posibilidad de complementar servicios». Y resumió su planteamiento con la frase: «Más unión del sector y más visitantes es mejor para todos».

No obstante, los empresarios también consideran que en este escenario que dibujan sería necesaria una mejor dotación de infraestructuras por parte de las administraciones. En la lista de demandas se encuentran la mejora de la conexión viaria y el acceso ferroviario al aeropuerto o el Corredor Mediterráneo. Pero también ven imprescindible «reforzar la oferta de ocio, cultural, sanitaria o gastronómica», añadió Vicente Mestre.

«Y de clubes deportivos», apostilló Peláez. «Unir fuerzas y poder plantear ofertas conjuntas de servicios son factores que nos podrían convertir en un referente europeo», incide Mestre.

Unas estrategias de futuro con las que operar en un mundo globalizado, digitalizado, donde las nuevas tecnologías «están haciendo que cambie la percepción. Aunque la incertidumbre ha existido siempre, ahora hay más facilidad para transmitir mucha información y a mayor velocidad por la red. Y hay sectores que tienen que prepararse para asumirlo», apunta Enrique Peláez, en alusión a la irrupción de la denominada economía colaborativa (plataformas que ofrecen sus servicios online). Para Peláez, la regulación y el «esfuerzo de los sectores para prepararse, pero también de las administraciones» son importantes de cara al futuro.

«Lo contrario, implicaría controversias, duplicar esfuerzos y, al final, no supondría mejora alguna para nadie. Porque la digitalización es imparable», subrayó Peláez. El empresario, igualmente, advirtió de que los empresarios, en general, «nos debemos a acostumbrar a gestionar la incertidumbre», porque prevé que va a ser una constante en el escenario global. «Tenemos que tener la capacidad de adaptación y flexibilidad», añadió.

Por su parte, Miguel Ángel Paredes, socio director de KPMG en Alicante y Murcia, incidió en que, pese a la digitalización, «muchos de los procesos del sector turístico van a seguir requiriendo del trabajo humano. Por tanto, traer turistas de todo el mundo a Alicante puede resultar un tema estratégico, también si se tiene en cuenta el envejecimiento de la población en Europa. Y esos son factores sobre los que se debe reflexionar» para potenciar las capacidades y los servicios.

Pero los retos en el ámbito del turismo residencial no son los únicos que tiene por delante la actividad promotora y constructora en la provincia. «Siempre he sido optimista, incluso, durante la crisis», aseguraba Pablo Serna. La premisa de Serna, sin embargo, no le impide afirmar que el sector, aunque está creciendo, «todavía no se ha terminado de recuperar». «Aún queda mucho por hacer», añade Vicente Mestre. «No hay burbuja», subraya Antonio Fernández, para quien el hecho de que «se construyan casi 6.000 viviendas más al año que cuando la crisis tocó techo, eso no es una burbuja. Se estima que para que todos los mercados estén en equilibrio la cifra debería ser el doble, aproximadamente. Aunque hemos iniciado la senda de la recuperación, queda mucho por hacer». Además, la recuperación «va por barrios». Porque mientras el canal del turismo residencial crece, el de la demanda nacional sigue sin reactivarse, al igual que el de la construcción en obra pública. Enrique Peláez, calificó la situación que vive este mercado como un «momento complejo». Precisamente, la alicantina Ecisa dio el salto internacional a raíz de la crisis, especialmente de la obra pública. El descenso de la inversión de las administraciones abocó a muchas compañías a reinventarse. Hoy está, entre otras zonas del exterior, en Catar (Emiratos Árabes) levantando grandes construcciones, así como en Argelia renovando uno de los principales hoteles.

Peláez insiste que en el área de la obra pública en España, «la construcción está en el peor momento desde hace 15 años». Y se teme que el sector seguirá destruyendo empleo, si no se invierte la tendencia y las administraciones vuelven a invertir en infraestructuras.

La internacionalización fue valorada en el debate como una de las vertientes importantes que ha adquirido el sector durante la crisis. La representan «empresas que se lanzaron al exterior para luchar para sobrevivir». Y en el momento actual, promotores y constructores consideran que el posicionamiento en el exterior debe seguir siendo una apuesta. «Además, tenemos el "know how" (saber hacer) por el que los españoles somos muy bien valorados en el exterior», subrayó Peláez. Una idea que comparte López Torres (KPMG), quien también cree que el saber hacer de la construcción española y alicantina «es exportable». Porque -coinciden los asistentes al debate- la crisis se ha llevado a muchas firmas, al igual que «a muchos espontáneos» que se lanzaron al ruedo en el ciclo expansivo de la construcción. Pero han sobrevivido otras muchas que han sabido diversificar y resistir los embates y han aumentado su cualificación.

Todos los participantes comparten en que ahora el sector está más «profesionalizado» entre las empresas que han sobrevivido a la crisis y las nuevas que se incorporan.

Los «nubarrones» vienen por los posibles impactos del contexto geopolítico. Aluden al Brexit. Como se sabe, el principal cliente extranjero de los promotores alicantinos es el británico, y la desconexión de Reino Unido de la UE, reconocen que puede tener impacto.

El segundo concepto del término compuesto (geopolítica) «es, en realidad, el que más nos preocupa». Es decir, las políticas y normativas que les puedan afectar. Aluden a la lentitud en la concesión de permisos y licencias de obras, que arrastran desde hace tiempo. En este sentido, Pablo Serna pedía «más colaboración por parte de las administraciones».

Pero también identificaron como factores de riesgo el estancamiento de bolsas de suelo por planes parciales o estratégicos que ralentizan o paralizan y, en su caso, desvían inversiones. La necesidad de «facilitar el desarrollo de nuevos planes» es una demanda unánime del sector. También aludió el presidente de Provia, Antonio Fernández, a algunas normativas como el Pativel, plan que establecerá dónde se construirá y donde no en las zonas de costa. Un plan que ha recibido ya alegaciones por parte de varios ayuntamientos que consideran restrictivo el planeamiento. Una de las consecuencias de esta situación de falta de suelo, sobre todo, es la escasez de la vivienda de obra nueva, pese a que hay demanda. Esta es la otra pata del mercado que aún no se ha recuperado. En este escenario, Fernández cree que «habría que analizar la disposición de suelo y cómo se adecua a la demanda».

Para KPMG, el inmobiliario es uno «de los 16 motores de la economía mundial y una actividad estratégica», indicó López Torres, quien dijo que en el departamento que dirige en la consultora, «en los últimos ocho años hemos podido reestructurar y refinanciar por importe de 160.000 millones de euros en el sector inmobiliario; y eso nos permite tener una amplia visión de la actividad». Así, subrayó que el sector, pese a la caída sufrida, se recuperará «porque no hay otro que lo sustituya, no hay otro nuevo que produzca en un PIB de un país cifras de entre el 9% o 10%», que es la previsión que se maneja. Aunque llegó a superar los dos dígitos antes de la crisis.

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