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El Fondo de Garantía abona otros 800 millones del rescate de la CAM

Se trata de la segunda factura que el organismo paga al Sabadell por el esquema de protección que cubre las pérdidas ocasionadas por los negocios inmobiliarios fallidos que heredó de la caja

El presidente del Sabadell, Josep Oliu, durante la junta de accionistas de ayer. información

El Fondo de Garantía de Depósitos acaba de ingresar al Banco Sabadell el segundo pago correspondiente al Esquema de Protección de Activos que se concedió a la entidad para ayudarle a digerir los ruinosos negocios inmobiliarios que heredó de la extinta CAM. En total, la factura ha ascendido a unos 800 millones de euros, una cifra muy similar a la del ejercicio anterior, cuando fueron 822 millones de euros, según ha podido saber este diario de fuentes cercanas al citado organismo, que se nutre de las aportaciones obligatorias de todas las entidades españolas.

De esta forma, el Fondo de Garantía ya ha desembolsado más de 1.600 millones por este mecanismo, que se suman a la inyección inicial de 5.249 millones que recibió la CAM para recapitalizarse antes de su adjudicación a la entidad catalana, la única que se atrevió a pujar por ella.

Como se recordará, este esquema de protección de activos cubre el 80% de las pérdidas que ocasione la gestión del ladrillo «tóxico» de la CAM durante un periodo de diez años, entre julio de 2011 y julio de 2021, y sobre una cartera que inicialmente abarcaba un perímetro de 24.644 millones de euros, en la que se incluyen participaciones en empresas inmobiliarias, créditos a promotores, edificios en varios grados de finalización y solares.

El objetivo es que el Sabadell logre desprenderse de la mayor parte de este lastre durante este tiempo, una tarea que en el caso de Bankia o de BMN se encargó a la Sareb, a la que se segregaron los activos inmobiliarios problemáticos de la mayoría de cajas nacionalizadas con posterioridad a la CAM. A medida que el banco vende estos activos o disuelve las sociedades que la caja alicantina tenía con diversos promotores -desde Enrique Ortiz a Hansa Urbana, pasando por los hoteleros Juan Ferri y José Baldó, con los que creó el grupo Valfensal para operar en el caribe mexicano- las pérdidas se cargan a este mecanismo.

Los primeros 3.800 millones corrían a cargo de las provisiones -el dinero que el Banco de España obliga a las entidades a reservar para afrontar posibles impagos-que tenía ya constituidas la CAM. Estos fondos se agotaron en 2014 y, a partir de ahí, se activó el reparto entre el Fondo de Garantía y el Sabadell. El citado organismo ya tuvo que abonar al banco catalán una primera factura de 822 millones a principios del año pasado y ahora ha realizado la segunda transferencia de otros 800 millones, correspondiente a las pérdidas de 2016. Por su parte, según los porcentajes acordados, el Sabadell ha tenido que poner de su bolsillo otros 400 millones.

El balance

La buena noticia es que los gestores del Sabadell ya han logrado liquidar casi la mitad de los activos problemáticos de la CAM desde que asumieron el control de la entidad, en mayo de 2012. Así, de los 24.644 millones iniciales que componían la cartera del EPA ya sólo quedan unos 13.800 millones en balance. Donde más efectividad ha demostrado el equipo del banco es con las participaciones empresariales, que ya ha disuelto en un 90%.

También es notable la reducción del saldo crediticio pendiente. El Sabadell recibió 19.117 millones en préstamos a promotores y similares y ya sólo le quedan pendientes de pago 7.463 millones. Claro que una gran parte de esta reducción ha sido a costa de ejecutar estos créditos o de asumir los activos que los avalaban como dación en pago. Esto ha hecho que el volumen de inmuebles cubiertos por la EPA no se haya reducido -de hecho, ha aumentado al pasar de 4.663 a 4.807 millones- a pesar de la notable ritmo de ventas que ha logrado su filial Solvia. También ha aumentado el volumen de fallidos, de 360 a 1.476. Eso sí, las perspectivas sobre los créditos que quedan no son buenas: el 65% está en situación de mora, un porcentaje que asciende al 90% en el caso del préstamo promotor. Es decir, que el FGD tendrán que seguir abonando nueva facturas en los próximos años. De hecho, el organismo calcula que el EPA le costará finalmente unos 6.000 millones.

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