La coincidencia fue absoluta. La Comunidad Valenciana necesita hacerse más visible en Madrid y elevar el tono de su reivindicación para conseguir que se aborde de una vez por todas el grave problema de financiación que sufre y que atenaza su desarrollo. Ésa fue la principal conclusión a la que llegaron ayer los asistentes a la tradicional comida de final de verano que organiza el presidente del Consejo de Cámaras de la Comunidad, José Vicente Morata, en un conocido restaurante de la Albufera, y que cada año reúne a los principales representantes empresariales de la región con el presidente de la Generalitat y con los consellers del área económica.

Una cita en la que normalmente son los patronos los que tratan de hacer llegar sus reivindicaciones al Consell pero que, en esta ocasión, se convirtió en un cierre de filas con el Ejecutivo autonómico ante lo que todo el mundo considera una discriminación inaceptable. Así, entre otras cosas, el president, Ximo Puig, y los empresarios se comprometieron a acordar un calendario conjunto de movilizaciones que permita «visibilizar» el problema valenciano en la capital del Estado y que tendrá su arranque con el acto que ya prepara la Generalitat en Madrid -anunciado hace unos días- para romper con los tópicos «del Levante feliz».

Fue el propio Morata el que rompió el fuego en su intervención inicial, en la que apuntó que la Comunidad Valenciana debe tener «más peso en las decisiones del Gobierno de España respecto a presupuestos, financiación o inversión en infraestructuras». Y también dejó claro que no es una tarea exclusiva del Consell. «Los empresarios tienen capacidad de influir, cada uno desde su esfera de actuación, para conseguir un cambio de imagen de la Comunidad», aseguró. Una afirmación que fue recogida por otros de los asistentes, que reclamaron a los empresarios de la autonomía «que ejerzan de valencianos en Madrid».

También hubo quien planteó la posibilidad de que los representantes de las formaciones valencianas se abstengan para facilitar la investidura de Rajoy, a cambio de más financiación para la autonomía. Un planteamiento que ya lanzó hace unos días la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y con el que algunos empresarios del «Cap i casal» tratan de presionar a Compromís. Sin embargo, ni Puig ni el conseller de Economía, el nacionalista Rafa Climent, también presente en el acto, quisieron recoger el guante, según los testimonios consultados.

«Un paso más»

Puig, sin embargo, si reconoció la necesidad de «dar un paso más» en el proceso de reivindicar una financiación más justa, ya que los esfuerzos realizados hasta ahora no han dado sus frutos. Aún así, algunos de los asistentes destacaron la mayor presencia el jefe del Consell en los debates nacionales, algo que, a su juicio, también ayuda a dar más visibilidad a la autonomía.

Además de Morata, Puig y el ya citado Rafa Climent, también acudieron a la cita del conseller de Hacienda, Vicent Soler; el presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente Morata, y diversos representantes de la Asociación Valenciana de Empresarios, como el alicantino Antonio Arias. De la provincia también estuvieron presentes los presidentes de las Cámaras de Alicante, Juan Riera; de Alcoy, Enrique Rico; y de Orihuela, Félix Cerdán; además de otros empresarios como el presidente de Baleària, Adolfo Utor; o Jordi Caballé, de Servigroup.

Los empresarios también aprovecharon para reclamar más medidas para atraer inversión extranjera.