El Sabadell logra desprenderse de otro de los ruinosos proyectos urbanísticos que heredó de la CAM ruinosos proyectos urbanísticos y todo un símbolo de los años de la burbuja inmobiliaria. La entidad catalana ha incluido las participaciones y los activos que recibió de la antigua Polaris World dentro del denominado Proyecto Chloe, con el que pretende vender en un solo lote buena parte de las antiguas filiales de la caja alicantina relacionadas con el ladrillo que aún le quedan en cartera. La operación ya sólo está pendiente de los últimos flecos y, si nada se tuerce a última hora, será el fondo de inversión norteamericano Sankaty quien se quede con este paquete por una cantidad que oscila entre los 200 y los 250 millones de euros.
En el acuerdo también se incluyen, por ejemplo, las sociedades que la CAM constituyó con la constructora valenciana Cyes (Desarrollos y Participaciones Inmobiliarias 2006 S. L.); con el grupo madrileño Procom (Procom Residencial Rivas S.A.); o con el polémico promotor de Alzira Vicente Girbés, Promociones e Inmuebles Blauverd S.L., que pretendía edificar más de 2.000 viviendas en Polop y que acabó siendo investigada por corrupción urbanística a raíz del asesinato del alcalde de esta localidad -Alejandro Ponsoda-, aunque el caso fue archivado al considerarse prescrito.
En cuanto a Polaris World, forman parte de la operación desde campos de golf hasta terrenos y promociones en curso que el Sabadell se acabó quedando tras el fracaso de Inversiones en Resorts Mediterráneos, la sociedad que en el año 2009 crearon la CAM, Bancaja y el Popular para tratar de darle una salida a la enorme cantidad de activos que tuvieron que asumir cuando la promotora murciana dejó de pagar sus deudas. En total, según reveló el Banco de España tras la intervención de la caja alicantina, entre las tres entidades se vieron obligadas a digerir nada menos de 1.200 millones de euros en suelo y ladrillos que, hoy en día, han perdido gran parte de su valor.
La citada sociedad, sin embargo, nunca logró rentabilizar estos activos y la situación acabó de complicarse cuando los créditos en manos de Bancaja fueron traspasados a la Sareb -el banco malo-, tras el rescate de Bankia. Ante este panorama, las entidades propietarias de IRM quisieron vender en bloque todos los activos pero la Sareb se negó, lo que llevó a cada socio a buscar su propia solución.
Descuento
Fue entonces cuando el banco catalán optó por poner en marcha el Proyecto Chloe para acelerar su desinversión en el sector inmobiliario, bajo un esquema similar al que ha utilizado el sector, por ejemplo, para deshacerse de carteras de créditos morosos. Así, empaquetó diversas participaciones y activos con un valor nominal de 800 millones de euros y lo sacó a la venta al mejor postor. Finalmente fue el fondo Sankaty, una filial del norteamericano Bain Capital, que ya ha adquirido otros paquetes similares, el elegido para quedarse con estos activos por una cantidad que oscila entre los 200 y los 250 millones de euros. No obstante, el Sabadell no registrará pérdidas ya que se trata de activos provisionados y cubiertos por el Esquema de Protección que se le concedió, precisamente, para ayudarle a liquidar los negocios inmobiliarios de la CAM.
En la misma operación también se han incluido otras participaciones polémicas de la extinta entidad alicantina, como la sociedad que creó junto al constructor de Alzira Vicente Girbés, conocido, entre otras cosas, por ser uno de los impulsores del llamado «Manhattan de Cullera», que nunca se llegó a realizar. En este caso, el principal objetivo de Promociones e Inmuebles Blauverd S. L. era edificar más de 2.000 viviendas en Polop y el nombre de la promotora se hizo conocido cuando fue investigada por participar en una supuesta trama de corrupción urbanística en este municipio, que fue descubierta a raíz de las investigaciones por el asesinato del alcalde Alejandro Ponsoda. Sin embargo, el caso se archivó al considerarse prescrito.
Como suele ocurrir en estos casos, ante las dificultades económicas de la sociedad, el Sabadell se quedó con el 100% del accionariado a cambio de la deuda y ahora la ha vendido, acompañado de sus activos. Un proceso similar al que también siguieron Desarrollos y Participaciones Inmobiliarias 2006, donde el socio principal de la CAM era la constructora Cyes; y Procom Residencial Rivas S.A., que se constituyó junto a un grupo madrileño.
Con esta nueva operación, el banco presidido por Josep Oliu da prácticamente por desmantelado todo el entramado inmobiliario que tejió la antigua Caja Mediterráneo y que fue el principal responsable de su hundimiento. De esta forma, también cumple con una de las principales condiciones que impuso la Comisión Europea para aprobar la absorción de la CAM por parte del Sabadell.
