Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Sabadell ya ha liquidado dos tercios de las sociedades inmobiliarias de la CAM

La entidad debe completar antes de fin de año su salida del resto de participaciones que la caja tenía en el sector del ladrillo para cumplir con las condiciones impuestas por Bruselas - Hansa y la firma heredera de Polaris son ahora los principales escollos

El Sabadell ya ha liquidado dos tercios de las sociedades inmobiliarias de la CAM

No era una tarea nada sencilla y, menos aún, en medio de la mayor crisis que ha vivido el sector constructor en España, pero el Sabadell ya ha conseguido liquidar o vender aproximadamente dos tercios de las más de 70 participaciones en sociedades inmobiliarias que llegó a acumular la CAM. Así lo aseguran desde el grupo catalán, que tiene hasta final de este año para desmontar por completo el complejo entramado empresarial que los anteriores responsables de la caja crearon para canalizar sus inversiones en el ladrillo. Un plazo que forma parte de las condiciones que impuso la Comisión Europea para autorizar la adjudicación de la entidad alicantina al banco presidido por Josep Oliu en la subasta organizada por el FROB.

Como recuerdan desde el banco, la mayor parte de estas compañías se encontraban en situación de quiebra o casi, por lo que se ha optado por disolver la sociedad y, en el caso de que existieran créditos pendientes de pago, cancelarlos a cambio de la adjudicación de los activos, bien sean terrenos o inmuebles, que luego el banco se ha encargado de poner a la venta.

Es lo que ocurrió con las sociedades que la CAM creó junto a Hansa Urbana para desarrollar diversos proyectos en México. Entre ellos una macrourbanización en la zona de los Cabos, en Baja California, para la que se adquirieron 35 millones de metros cuadrados de suelo que el Sabadell acabó vendiendo a un grupo asiático por un precio irrisorio ante la negativa del gobierno del país azteca a autorizar la construcción.

En este mismo país, el Sabadell también ha liquidado la financiera Crédito Inmobiliario y ha abandonado la promotora Administración y Proyectos MDT, además de vender un hotel de lujo.

Con acuerdo

En otras ocasiones, la salida del banco se ha producido de forma pactada con el resto de socios de la compañía, que han accedido a adquirir su participación. Fue el caso de Valfensal, la polémica sociedad que la CAM creó junto a los empresarios benidormís Juan Ferri y José Baldo para desarrollar un grupo hotelero en el Caribe mexicano y cuyas operaciones investiga ahora la Audiencia Nacional. Ferri y Baldó no tuvieron reparo en pagar 24 millones por el 30% de la sociedad que estaba en manos del Sabadell a cambio de que les refinanciaran una deuda de 130 millones.

También hubo acuerdo con Meliá para marcharse de la sociedad Altavista, cuyo principal activo era el hotel Sky de Barcelona, y para que la cadena mallorquina se quedara con el 50% que tenía en La Jaquita, la firma propietaria del hotel de lujo Palacio de Isora, en Tenerife.

Y en este mismo segmento, vendió al empresario Pau Guardans los Hoteles Alma, un grupo formado por dos establecimientos, en Barcelona y Pamplona, que había creado junto a Caixa Catalunya.

Menos amistosa fueron las relaciones con Ros Casares, a la que tuvo que amenazar con el embargo para que accediera a entregarle la denominada Ciudad Ros Casares a cambio de la deuda de 232 millones que tenía. La entidad también ha puesto fin a los múltiples negocios que tenía con el empresario Enrique Ortiz, como la sociedad Dreamview, investigada en el caso de la supuesta manipulación del Plan General de Ordenación Urbana de Alicante.

Otra de las desinversiones que ya se han ejecutado es la de Prat Spolka, una compañía que puso en marcha la CAM para desarrollar naves industriales en Polonia.

Posición minoritaria

En la mayoría de sociedades que aún quedan por liquidar Caja Mediterráneo sólo ostentaba una posición minoritaria, lo que complica ahora la posición negociadora del Sabadell. En este sentido, los dos mayores obstáculos con los que se encuentra la entidad catalana en estos momentos para finalizar la limpieza del ladrillo de la CAM son su participación del 30% en Hansa Urbana y en Inversiones en Resorts Mediterráneos (IRM), la firma que constituyó la antigua caja alicantina con el Popular, el Banco de Valencia y Bancaja para adjudicarse los terrenos de Polaris World.

En el primer caso, el problema es la absoluta falta de entendimiento con la familia Galea y la resistencia de ésta a las condiciones que plantea el banco. En un intento de forzar las cosas, el Sabadell exigió que se ejecutara la opción de compra que consta en el contrato inicial y que obligaría a los Galea a adquirir su participación, una táctica que no ha tenido éxito hasta la fecha. La firma se encuentra permanentemente al borde del concurso por lo que la salida más probable es que, al final, se produzca un acuerdo entre toda la banca acreedora y los principales accionistas para repartirse sus activos. El principal de ellos, el Alicante Golf, que codician todas las entidades con créditos pendientes de pago por parte de la promotora.

En IRM las complicaciones surgieron cuando los créditos que correspondían a Bankia pasaron a manos de la Sareb, lo que echó por tierra las negociaciones que se habían desarrollado hasta ese momento. Aún así, desde el Sabadell confían en que pronto se producirá un pacto para repartirse sus activos, en los que, además de terrenos, hay hasta cinco campos de golf y varios edificios de apartamentos.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats