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El Santander negocia con «fondos buitre» para desprenderse de la deuda de Hansa Urbana

La entidad trata de evitar el embargo de varios terrenos de la promotora alicantina

El Santander negocia con «fondos buitre» para desprenderse de la deuda de Hansa Urbana

La promotora Hansa Urbana vuelve a tener problemas con sus acreedores. Tras librarse hace apenas cuatro meses del concurso instado por La Caixa, que la Audiencia Provincial consideró injustificado, ahora es el Santander el que quiere soltar amarras con la firma de la familia Galea, aunque de una manera bastante menos agresiva que la entidad catalana. Según ha podido saber este diario, el banco presidido por Emilio Botín está negociando con varios fondos de inversión -«fondos buitre»- para venderles los créditos que mantiene con la compañía alicantina y reducir así su exposición a la misma sin tener que embargarle los terrenos que tiene hipotecados.

Se trata una solución que el Santander ya ha ejecutado con otras constructoras, como el Grupo San José, y que permite a la entidad reducir el riesgo con el sector promotor -sobre todo cuando los préstamos presentan impagos, como en este caso- pero sin tener que acumular más activos, que suponen un auténtico lastre para su balance. El banco suele ofrecer a los fondos grandes descuentos, generalmente de más del 50%, como incentivo para que se queden con los créditos y no pierde dinero porque la mayor parte de ellos ya los tiene provisionados.

En el caso de Hansa Urbana, el Santander había participado hasta ahora en todas las refinanciaciones de deuda que la promotora ha ido pactando con sus acreedores desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Una práctica que ha permitido a la firma sobrevivir hasta la fecha a pesar del desplome del negocio. Sin embargo, la paciencia del mayor banco español parece haberse agotado y hace unos meses solicitó en los juzgados de Cartagena la ejecución de tres créditos hipotecarios por valor de más de 60 millones de euros ante los impagos que registraban, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la región vecina.

Negociación paralela

Aunque desde Hansa restaron importancia al asunto y aseguraron que el banco habría desistido ya de estas ejecuciones, otras fuentes consultadas por este diario señalan que, en realidad, lo que ha hecho el Santander es iniciar un proceso paralelo para vender dichos préstamos con el consentimiento de la promotora, aunque esto no implica que se haya renunciado a la vía judicial.

En cualquier caso, las citadas fuentes sí reconocen que la prioridad del equipo de Botín es conseguir una solución que evite el embargo, ya que ninguna entidad quiere asumir en estos momentos más terrenos e inmuebles de los que preocuparse.

Si la búsqueda da resultado, el fondo de inversión que compre la deuda pasará a formar parte del sindicato de acreedores de Hansa, en el que también están Barclays, el BBVA, el Popular y el Sabadell que, además, también es accionista de la firma al conservar la participación del 30% que heredó de la CAM.

Precisamente, la compañía de la familia Galea está en el origen de algunos de los mayores pufos en los que se vio envuelta la extinta caja alicantina. Entre ellos, la compra de varios millones de metros cuadrados de terreno rústico en la zona de Los Cabos, en el estado mexicano de Baja California, donde pretendían construir más de 8.000 viviendas y 15 hoteles. El proyecto fue cancelado por el Gobierno mexicano por sus repercusiones medioambientales y el Sabadell acabó colocando el suelo a un fondo asiático, tras quedárselo a cambio de cancelar parte de la deuda de la promotora, junto con otros solares en Cancún, Zaragoza y Valladolid. Aún así, el grupo catalán aún mantiene una exposición de alrededor de 150 millones con la promotora alicantina.

En su día, incluso el Banco de España cuestionó la «relación privilegiada» que la CAM mantenía con Hansa.

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