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Preocupación entre los productores de mármol y calzado de la provincia por la crisis rusa

Los empresarios temen que la escalada de tensión frene las exportaciones

Los fabricantes de mármol y calzado alicantinos empiezan a mirar con mucho nerviosismo el creciente enfrentamiento entre Rusia y la Unión Europea a raíz de las tensiones separatistas que se viven en Ucrania. Por el momento, la industria se ha salvado del veto impuesto por el Kremlin a las importaciones de productos europeos, que se ha centrado en el sector agroalimentario, pero nadie duda de que la crisis tendrá consecuencias para todos.

«La preocupación es considerable por la situación de incertidumbre que se ha creado y las empresas que tenían previsto invertir en el mercado ruso lo están dejando en 'stand by' a la espera de acontecimientos», asegura la secretaria general de la Asociación de Empresas del Calzado (Avecal), Marián Cano. Sin embargo, hasta el momento, lo que más ha afectado a los envíos de la provincia hacia Moscú ha sido la fuerte depreciación que ha sufrido el rublo durante el último año debido a la inestabilidad política, lo que ha restado competitividad a los productos alicantinos, según explica Cano.

Desde marzo del año pasado la moneda rusa se ha dejado casi un 20% de su valor frente al euro. Y eso a pesar de que el gobierno de Vladimir Putin ha subido los tipos de interés hasta el 7,5% en un intento de atraer a los inversores y frenar la caída.

«Rusia era uno de los destinos que más estaba creciendo en los últimos años y por el que estaban apostando muchos fabricantes porque, además, compraban calzado de gama alta. Sin embargo, ahora los pedidos se están frenando y mucho nos tememos que las expectativas que había el sector no se van a cumplir», se lamenta la portavoz de Avecal.

Las cifras le dan la razón. Si entre enero y mayo de 2013 la exportación de calzado alicantino a Rusia se incrementó en un 37%, en relación al ejercicio anterior, en lo que va de año el aumento ha sido de tan sólo un 0,04%, de acuerdo con los datos del Consejo de Cámaras de Comercio.

Por fortuna para los fabricantes, a pesar del incremento de los últimos años este mercado aún representaba menos del 5% de todas las exportaciones de calzado de la provincia pero, aún así, obligará a los empresarios «a ponerse las pilas para encontrar destinos alternativos con los que compensar» el más que previsible descenso, asegura Marián Cano.

Sin clientes en Ucrania

Por su parte, también el presidente de la Asociación Mármoles de Alicante, Juan Antonio Santo, reconoce que la escalada de tensión entre Bruselas y Moscú «no va a ser buena para nadie». Para empezar, Santo señala que el sector ya ha sufrido el primer golpe «al cesar los pedidos que se estaban recibiendo desde Ucrania». «Era un buen mercado, las cifras eran bajas pero había potencial y ahora se ha hundido», explica el empresario.

En el caso de Rusia, el mármol alicantino ya contaba con la importante desventaja que suponen los elevados aranceles que el Kremlin exige a las producciones europeas y que no se aplican a otros competidores como Turquía, con los que Putin trata de estrechar relaciones. Además, Juan Antonio Santo recuerda que este conflicto se suma a los que están en marcha en Siria o Irak, que también están desestabilizando importantes mercados.

En su conjunto, la provincia exportó el año pasado mercancía por valor de 144 millones de euros al mercado ruso, casi el triple que en el año 2009. Entre enero y mayor de este ejercicio las ventas suman 81,6 millones, un 11% más. Un crecimiento que, aunque parezca elevado, sólo supone una tercera parte de los registrados en los ejercicios anteriores.

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