Apenas llevan unos años de existencia pero cada vez generan más demanda dentro y fuera de la provincia. Son las residencias artísticas que desde 2014 ofrece la asociación A Quemarropa Colectivo de Artistas y, un año después, el Museo de la Universidad de Alicante (MUA), con dos semanas de formación y desarrollo de proyectos a creadores emergentes sin límite de edad. Un laboratorio de creación y de intercambio de experiencias artísticas con la orientación de expertos y cuyo último paso es la exhibición de las obras.

Ambas acaban de lanzar sus convocatorias y coincidirán en el tiempo, entre el 10 y el 23 de julio. Las primeras, que comenzaron celebrándose en la extinta Parking Gallery, desde el pasado verano se desarrollan en Las Cigarreras, con alojamiento en el albergue de San Roque para diez personas. Las segundas, de cinco plazas, se llevan a cabo en el MUA. Por ambas han pasado ya medio centenar de artistas -incluidos alicantinos como Ángel Masip, Alicia G., María Moldes, Juan F. Navarro, Pablo Bellot, Clara Sánchez Sala o Vero McClain- y cada año reciben entre 50 y 70 propuestas pra participar.

Las pioneras, A Quemarropa, comenzaron teniendo un coste de matrícula y de gastos para los residentes y, cuatro años después, son gratuitas gracias a la cesión de espacios del Ayuntamiento de Alicante y a los 10.000 euros de ayuda de la Fundación Banco Sabadell.

«Este año seguro que tendremos muchas más solicitudes al ser gratuito, aunque en otras ediciones ha venido gente incluso de Bélgica, México o Francia», apunta Miriam Martínez Guirao, del colectivo A Quemarropa, que añade que «ya se ha creado una red y Alicante se ha colocado en el mapa de residencias», entendidas como un espacio de «formación más que de producción y que tenga visibilidad externa, tanto en Alicante como fuera». Este año habrá puertas abiertas en la Noche en Blanco (21 de julio) y el público que lo desee puede acercarse a Las Cigarreras a ver cómo trabajan los artistas.

Los diez participantes de esta convocatoria, salvo el pasado año, han expuesto en el Espacio Trapézio de Madrid y este año se estudia la exhibición de proyectos en alguna feria de arte madrileña. «A casi todos les ha servido su paso por aquí, les ha sido útil , han creado contactos y, sobre todo, les ayuda a desarrollar sus proyectos a nivel conceptual y a disponer de pautas sobre cómo funciona el mundo del arte y cómo proyectarse», apunta Martínez Guirao, con la orientación de críticos, artistas y comisarios de arte. Este año acuden, entre otros: Johanna Caplliure, Javier Duero, el colectivo de artistas Aggtelek, el Equipo El Palomar o Pedro Font-Alba, de la revista londinense SCAN.

También las residencias Plus del MUA cuentan con especialistas y agentes culturales que participan en el programa de formación de los cinco artistas seleccionados, que en este caso sí cuentan con 400 euros para producir sus proyectos y otros 750 euros de alojamiento a quien no viva en Alicante.

«Se fomenta mucho la investigación y la producción. De aquí han salido muchas exposiciones después, como la de Juan F. Navarro en el Gil-Albert o Vero McClain, que prácticamente empezaba», apunta Bernabé Gómez, técnico del MUA y responsable de las residencias, que añade que el museo de la UA saca ahora el catálogo de la última edición y en septiembre acogerá la gran exposición de proyectos.

Ambas residencias se plantean desarrollar alguna actividad conjunta este año aprovechando la coincidencia de las fechas, ya que en anteriores ediciones «nos ha sido imposible coincidir», apunta Gómez, mientras Martínez Guirao indica que «siempre quisimos cruzar programas y estamos encantados de colaborar».