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Cuando Sorolla visitó Alicante

El pintor valenciano estuvo en la ciudad hace un siglo y su presencia fue un acontecimiento social

Cuando Sorolla visitó Alicante

Hace casi un siglo que Joaquín Sorolla visitó Alicante por primera vez. Le precedía un gran prestigio nacional e internacional. Baste citar dos de sus grandes éxitos: en febrero de 1909 la prensa de Nueva York dedicaba grandes espacios y unánimes elogios a la obra expuesta por el pintor español. En poco más de un mes 160.000 personas visitaron la muestra; «la mayor concurrencia habida en exposiciones de igual clase» según un periódico; en The Evening Post, se decía «Sorolla podía formar en las filas de los primeros pintores del mundo», a la vez que The New York Wold titulaba «Trescientos cuadros iluminados por el sol». Y «El más afortunado pintor del sol y del aire que en el mundo ha podido haber» escribió el crítico del The New York Sun. Aquel gran artista era el mismo que también mereció, entre otros, el Gran Premio de Honor de París.

En Septiembre de 1918 llegó Sorolla a Alicante con el propósito de localizar espacios para pintar una obra para el conjunto Visión de España para la Hispanic Society of América. Emilio Varela se puso a su disposición y el maestro acogió complacido a su antiguo alumno. Sorolla quería pintar el palmeral de Elche pero en la vecina ciudad se vivían momentos difíciles: manifestaciones, huelgas y una epidemia de gripe que causaba estragos, se clausuraron los centros docentes y se prohibieron los festejos populares y las ceremonias religiosas.

Ante tal situación, visitó el huerto El Carmen, en la salida de Alicante, quedando impresionado por el bosque que entonces tenía unas siete mil palmeras junto al mar. En Alicante se vio colmado de atenciones de amigos y personalidades. En carta a su esposa Clotilde le escribe: «La impresión de Alicante es seca, pero el mar es tan hermoso, la luz tan divina, que espero que será lo que yo deseo. Varela y otros amigos tan amables que no nos abandonan un momento estuvimos toda la mañana en el Balneario Diana, con el mar en los pies, centelleante de diminutos brillantes...»

Su segunda estancia en Alicante fue duradera, del 22 de noviembre de 1919 al 17 de enero de 1920. En los escritos a su esposa, casi diarios, se advierte que se entusiasma, vibra, disfruta y sufre ansiedad a la vez, se encorajina y se ilusiona de nuevo; este hombre mediterráneo se manifiesta poseedor de una extraordinaria personalidad y una exquisita sensibilidad artística: «Ya está terminada la composición. El lunes a pintar. Cuatro días ha costado el arreglo definitivo. El hombre que viene cargado con los dátiles, su luz y el conjunto es algo admirable; además, la monotonía de los troncos de las palmeras resulta deliciosa de color; es una gama ex profeso para que los dátiles tomen un color mas hermoso que el mismo naranjo... Yo lo que quisiera es no emocionarme tanto, porque después de unas horas como hoy me siento deshecho, agotado; no puedo con tanto placer, no lo resisto como antes... Es que la pintura, cuando se siente, es superior a todo; he dicho mal: ¡es el natural lo que es hermoso!».

La estancia de Sorolla en la ciudad fue un gran acontecimiento. Le acompañó y ayudó en todo momento Emilio Varela y algunos días Heliodoro Guillén, visitó el estudio de Vicente Bañuls, que había sido compañero suyo en Roma; el alcalde Antonio Bono ordenó que en su honor se iluminase el Paseo de los Mártires -La Explanada-, el Real Club de Regatas le rindió un homenaje y le hizo socio de honor, el Ayuntamiento acordó dedicarle una calle, el Marqués del Bosch le invitó a su casa-palacio, y Óscar Esplá lo hizo a su finca El Paraiso en la que Sorolla presentó a su discípulo-amigo Emilio Varela a Óscar Esplá.

Con su carácter tenaz y emprendedor propuso que se crease en Alicante un Museo de Bellas Artes. Los medios de comunicación dedicaron espacios de sus primeras páginas a aquella iniciativa, entre otros Diario de Alicante, La Libertad, El Luchador, La Región, El Tiempo y El Día. También alentó Sorolla la creación de una Escuela de Artes y Oficios para que sus enseñanzas influyesen eficazmente en la industria alicantina. Para el museo ofreció algunas obras suyas y hacer gestiones para que los museos y centros oficiales de Madrid enviasen otras. El Alcalde Bono acogió con entusiasmo la iniciativa y propuso un patronato en el que figuraría el presidente de la Diputación, el escultor Vicente Bañuls y el pintor Heliodoro Guillén y para situarlo se pensó en un local próximo al Teatro Principal. Rafael Altamira también prometió objetos de arte. Las discrepancias y veleidades políticas dieron al traste con la iniciativa que avalaba con su prestigio y generosidad el ilustre valenciano.

Transcurrió medio siglo hasta que la Diputación alicantina creó el Museo de Bellas Artes, actualmente situado en el que fue palacio del Conde Lumiares, declarado Monumento Histórico Artístico, que data de finales del siglo XVIII. Este museo, el MUBAG, posee una importante y representativa colección de obras de arte procedentes de los artistas pensionados por la Diputación durante el XIX, otras premiadas en exposiciones y concursos, donaciones y compras realizadas para que la pintura del siglo XIX estuviese bien representada. Una importante colección, magníficamente expuesta, que merece más de una visita individual o familiar -incluso con niños- y también de colectivos. Pero no es sólo esta significativa colección permanente lo que nos ofrece este museo. El dinamismo y excelente gestión del equipo técnico, dirigido por su directora-conservadora Joserre Pérezgil junto a sus eficaces colaboradoras María José Gadea y María Gazabat, han logrado durante los últimos años éxitos expositivos en este gran espacio cultural ofreciendo aportaciones artísticas y desarrollando diversas y continuadas actividades educativas para distintos segmentos de población que merecen reconocimiento y elogio.

El proyecto de Sorolla de creación de un museo es una realidad, y también lo es que en él el gran maestro valenciano y universal ha estado bien representado en Alicante con exposiciones temporales reencontrándose con Varela a través de su obra pictórica. Tener exposiciones de Sorolla en Alicante es un privilegio y hemos disfrutado de varias, con obra original, de gran nivel informativo y artístico. Durante la última década, además de exposiciones temporales como fueron El retrato español en el Prado. Del Greco a Goya, y Cubismo y tendencias afines hemos tenido un mosaico de exposiciones con la obra del maestro; ejemplos en la programación habida en el MUBAG son Sorolla Íntimo nos ofrece actualmente una gran primicia al mostrar los bocetos que realizó para su gran proyecto Visiones de España. Son una parte importante del proceso creativo, de composición de las obras, son sus dibujos de grandes dimensiones coloreados con pincelada decidida, espontánea, con la fuerza del instante, ejemplo de pintura de acción anticipativa a su tiempo, realizada ante los modelos que posaron en muchas regiones de España. Los tenemos en el MUBAG tras ser restaurados por el Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación de Obras de Arte de la Generalitat Valenciana. Nunca se habían expuesto fuera de España. Es otro logro que se nos ofrece en primicia y todavía puede visitarse.

Otras muestras anteriores del prestigioso pintor fueron la deliciosa exposición Sorolla paisajista con sesenta y nueve obras en pequeño y mediano formatos, con temas diversos como marinas, jardines y paisajes plenos de luz, pasando por Fiesta y Color, precursora de la muestra actual, Sorolla Íntimo, Pintar y amarte dedicada a la relación entre el pintor y su esposa Clotilde, Sorolla en Javea con la atmósfera luminosa del cielo y mar de la localidad alicantina, hasta la gran muestra actual, la colosal Visiones de España. Aciertos continuados e inteligentes en la gestión de un centro destacado de nuestra ciudad.

Faltan dos años para que se cumpla en centenario de la prolongada estancia de Joaquín Sorolla en Alicante. Tal vez para esta conmemoración el emprendedor equipo del MUBAG trabaje ya en un gran proyecto. Lo esperamos y deseamos.

[La exposición Sorolla Íntimo. Bocetos de Visión de España, que concluía mañana en el MUBAG, ha sido prorrogada hasta el 22 de mayo]

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