La feria de arte contemporáneo ARCO, que abre sus puertas en Madrid del 24 al 28 de febrero, contará de nuevo con presencia de artistas alicantinos como Mira Bernabeu y Daniel G. Andújar, además de la participación de la galería alicantina Aural, que por primera vez se incluye en el programa general con cinco creadores nacionales e internacionales.
Daniel G. Andújar, que no falla en ARCO y que se encuentra trabajando en un proyecto en Texas, acude representado por su galería en Madrid, Casa sin fin, que lleva dos piezas destacadas del artista visual de Almoradí: una maqueta a partir de copias de billetes de 100 y 500 euros, en la que reproduce el mini palau de la finca privada de Fèlix Millet, implicado en el caso Palau, de la serie Objetos de deseo (2010) sobre la especulación inmobiliaria y la corrupción; la otra es una fotografía, Bandera intervenida, del proyecto Postcapital Archive (2008) que adquirió el Museo Reina Sofía en 2012 y que aglutina más de 250.000 documentos compilados en Internet durante una década de trabajo.
Mira Bernabeu (Aspe, 1969) es otro fijo en la feria, a la que acude con su galería Espai Visor de Valencia y, como artista, con las galerías Alarcón Criado de Sevilla y Rosa Santos de Valencia. En una de ellas muestra algunas piezas de su proyecto fotográfico Panorama social, adquirido por el IVAM, en el que reflexiona sobre el estado político y social de la Comunidad Valenciana a partir del abandono del antiguo zoo de Valencia.
La galería Aural lleva a cinco de sus artistas representados por Begoña Martínez Deltell. Entre ellos, la brasileña Anna Bella Geiger, con la que ya fue a ARCO hace dos años, y muestra un proyecto de fotografía de los años 70 y 80 relacionado con las situaciones límite en el que la artista aparece como elemento activador de la imagen.
También presenta dos piezas de Concha Jerez, premio Nacional de Artes Plásticas 2015Concha Jerez, una instalación resultado de una performance Medida/ Límite, donde explora sobre el espacio y el tiempo, el exterior y el interior.
Martínez Deltell también mostrará en su espacio dos piezas nuevas para la feria del artista Fernando Sinaga, procedentes de su preocupación por la muerte; también varias fotografías de Javier Vallhonrat -Iceberg#13 y Snowstorm#2- en los que refleja la experiencia de la montaña y la fragilidad del hombre ante la naturaleza en condiciones extremas, así como de José Maldonado, con un proyecto multidisciplinar que desarrolla desde hace 15 años centrado en la incomprensión de la obra del artista.
En paralelo, además de la feria Just Mad, considerada la hermana pequeña o alternativa de ARCO, desde el pasado año ha surgido en este entorno una nueva iniciativa, Casa Leibniz, auspiciada por Jacobo Fitz-James Stuart, director de la galería madrileña Espacio Valverde y organizadores de este proyecto expositivo de artistas que se desarrolla en las mismas fechas que ARCO y en un antiguo palacete, el Palacio Santa Bárbara, en la que los artistas exponen en diferentes estancias de este edificio.
Tras el éxito obtenido el pasado año por la crítica, en su segunda edición ha invitado a una veintena de artistas, de los que tres de ellos son alicantinos: Ángel Masip (1977), que acude con su galería ATM de Gijón; el fotógrafo Alberto Feijóo (1985) y la artista Clara Sánchez Sala (1987), ambos afincados en Madrid y sin galería, que asisten impulsados por un grupo de comisarios de arte.
Masip defiende este tipo de proyectos, «no tan enfocados al mercado y a la feria», sino como «una apuesta acertada por otros ritmos de proyección, por formatos comerciales menos agresivos, más humanos y cuidados». Allí Masip dispone de una sala para su trabajo Domesticidades Fantasma, una instalación con fotografías, impresiones y estructuras metálicas en las que reflexiona sobre el ámbito doméstico, «en acciones cotidianas en las que no reparamos y encierran todo un universo de significantes».
Feijóo, contento de participar en este espacio «fresco y peculiar» realizará una intervención en el árbol de entrada al palacio, Libre de ácidos, inspirado en los materiales que se usan para preservar algo valioso y aumentar su durabilidad.
A su vez, Clara Sánchez propone una instalación consistente en una larga escalera de madera, interrumpida en uno de sus peldaños por un bloque de hormigón con el que invita al espectador a saltarlo para seguir adelante.
