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El rap en Alicante

Un mundo de poetas callejeros

Alicante se consagra como una de las ciudades de mayor nivel en éste género

Un rapero improvisa micrófono en mano antes del comienzo de una quedada de freestylers. CAROLINA ESCALANTE

Hay quien lo ve erróneamente como un pequeño mundo de delincuencia; otros, como una vía de escape temporal a los problemas y también hay quienes piensan que es tan solo un tipo de música, pero «para aquellos que estamos inmersos en él, el rap es un estilo de vida», afirma Mario Segura, conocido como Z Sucio en la cultura hip hop «debido a mi estilo».

Aquí todo comienza en la calle, como es el caso -entre muchos otros- del MC -siglas con las que se denomina a los cantantes de rap- Omar Silvestre, o lo que es lo mismo, Lom-C, integrante del famoso grupo alicantino Arma Blanca. «Antiguamente nos juntábamos en parques, todo empezaba ahí fuera» -afirma Silvestre- «y aunque las épocas cambian, la raíz se mantiene. Empiezas en activo cuando te juntas con otra gente que hace lo mismo, que en la jerga se llaman crews, con los que nos juntábamos a bailar break dance, pintar grafitis, escribir canciones... éramos un grupo de gente que se veía en la calle, a veces engañando a nuestros padres», dice entre risas.

Hoy esa vena callejera se mantiene, pues sin ella la esencia de este estilo de vida se perdería. Así, cada martes estos jóvenes «poetas de la calle», como algunos se definen, se reúnen habitualmente a las 23 horas en el parking del hipódromo de Alicante para cantar y bailar, y algunos viernes y/o sábados cerca de los juzgados. Poco tiempo atrás también solían juntarse en el Soul Night o El Esquinazo, bares tematizados para esta tribu urbana, pero que poco a poco «se han ido perdiendo».

Lo que permanece e incluso está en auge es el freestyle o improvisación, donde los MC´s componen sobre una base musical pequeñas letras que les vienen a la mente en el momento y que se puede hacer de manera individual o bien enfrentándose con otra persona para demostrar quien de los dos tiene más talento en el campo de la lírica, más conocido como batallas de gallos. «El freestyle es algo que llegó de forma sensacionalista con la llegada de la película 8 millas y luego hubo quien supo sacar tajada de eso como las batallas que organiza Red Bull», comenta Omar Silvestre. Sin embargo, esta moda, al igual que todas, tiene sus detractores: «Me gusta mucho improvisar y cómo lo hace la gente, pero no me gusta lo que promueven las batallas de gallos», asegura el rapero Vince, y añade: «No sigo eso de "venga, te voy a soltar el odio gratuito sin que me hayas hecho nada y tú me lo devuelves". En el mundo del rap tienes que sacar tu energía, pero eso no implica tener que tener odio al prójimo».

Y es que en el mundo del rap la improvisación es tan solo un complemento que mejora al MC y le da cierta visibilidad de cara a su posible carrera como artista profesional, aunque si hablamos del mejor escaparate ellos lo tienen claro, Internet. «Youtube es el mejor. Es la clave», dice Vince. Por su parte, el productor musical y miembro del grupo Exopoetics, Blas Caballero, comenta que «las batallas de gallos no son un escaparate, solo son una actividad más. Realmente se valora la lírica del MC y un freestyle no muestra nada. Porque seas bueno improvisando no significa que escribas buenas letras. Para escaparate ahora mismo lo mejor es la red».

Sin embargo, a veces ni si quiera el ser un buen rapero te asegura triunfar, pues a pesar del gran nivel que tiene el rap en Alicante -entre las cuatro mejores ciudades de España según muchos artistas- «aquí conforme está la cosa no vas a llegar más de lo que se ya se ha llegado», lamenta Caballero, «si quieres algo más tienes que salir de Alicante, porque no hay medios. Un gran ejemplo es Cres, que ahora está grabando en Nueva York, o Nach que también está mucho por Latinoamérica. Todo lo que sea un paso hacia adelante de un artista alicantino es un paso más para Alicante».

El hecho de que el rap alicantino sea en cierto sentido invisible para la sociedad podría deberse, en parte, a la escasez de medios de los que esta industria dispone, algo que impide potenciar este sector y hace que muchos talentos se pierdan por el camino. De esta manera la mayoría de los productos musicales salen del propio bolsillo de los artistas: «Casi todo es producto independiente. Todo con bolsillo propio buscándose la vida. Lo máximo en lo que se ha colaborado es un prestar salas para ensayar, pero resulta que tienes que tener un seguro de responsabilidad civil que vale 300 0 400 euros al año», reprocha este productor. Una pequeña ayuda que, asegura, «es insuficiente»

Sin embargo, el principal problema de la escasez de oportunidades viene dada por la poca venta de discos así como por la masiva competencia. «Si vas a un concierto de cualquier música, de los 500 asistentes unos tocan la guitarra, otros tienen un grupo o algunos tocan la batería. En un concierto de rap casi todos escriben o tienen grupos. Hay mucha oferta y competencia, y eso obliga a muchos a tirar de su propia cartera, por tanto desaparecen», afirma Lom-C.

Lo cierto es que Alicante siempre da nuevas figuras y sus primeras maquetas son de un alto nivel, lo que hace que la ciudad mantenga gran prestigio en un mundo en el que los poetas están en la calle micrófono en mano.

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