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La Fundación Caja Mediterráneo cobrará por la cesión de sus espacios

Javier Rodríguez Teruel se convierte en nuevo director gerente de esta entidad con el objetivo de «vivir de nuestro patrimonio» y «cuadrar gastos e ingresos»

Javier Rodríguez Teruel DAVID REVENGA

Se sentó en su despacho de la Avenida Doctor Gadea el pasado 5 de mayo y desde entonces está rodeado de papeles, familiarizándose con un patrimonio y una burocracia que no es fácil de manejar. Javier Rodríguez Teruel se ha convertido en el nuevo director gerente de la Fundación Caja Mediterráneo y desde ese puesto tendrá que hacer todas las combinaciones posibles para que vayan paralelas las columnas de ingresos y de gastos. «Tenemos que cuadrar esos valores para tener una cierta permanencia de futuro». Esas son, asegura, las «instrucciones» del presidente de la nueva entidad que se constituyó el mes pasado, Matías Pérez Such.

«Estoy conociendo la estructura, cómo se está haciendo todo... aterrizando y empapándome de los temas. También poniendo al día la documentación de la fundación, que tiene mucho trabajo administrativo», afirma este hombre de confianza de Pérez Such, con el que ha trabajado tanto en el Patronato Provincial de Turismo de la Costa Blanca, como en la Agencia Valenciana de Turismo y en la Fundación Cultural Frax de la Comunidad Valenciana.

Aunque todavía es «demasiado pronto» para hablar de las líneas estratégicas o de programación, lo que tiene claro es que la supervivencia depende de su propio patrimonio. «Una de las medidas que vamos a tomar va a ser el alquiler del patrimonio de la antigua Obra Social, de aquellos espacios que tenemos, como aquí en Alicante la sala de conferencias o el salón de actos, que hasta ahora se estaban cediendo de manera gratuita», afirma este licenciado en Bellas Artes por la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Como ejemplo, apunta el caso del Auditorio de la Diputación de Alicante, donde trabajó como gestor de eventos entre 2011 y 2013. «La Fundación ADDA cobra por sus espacios, incluso hasta a su propia casa, la Diputación, aunque claro está con bonificaciones». En este sentido, considera que «hay que reconducir eso y estudiar que esa es una alternativa para obtener ingresos, además que la gente si cobras parece que respeta más lo que le ofreces». Afirma que hay una tarifas «aprobadas anteriormente», pero que «nunca se aplicaron». Una de ellas, algo más de 1.000 euros por el alquiler del salón de actos «una jornada completa».

Rodríguez Teruel incide en que «ahora no hay ingresos en la Fundación Caja Mediterráneo, antes había un dinero anual que entregaba la CAM, pero ahora es muy diferente y por eso hay que reconducir la estructura, siempre siguiendo las pautas que el presidente y el patronato marquen», aunque recalca que «de momento todo se mantiene, no vamos a tocar nada, no se va a vender porque eso sería lo peor».

Ayer estaba en Murcia , «porque también hay que estar aquí y ver lo que hay, aunque otras veces no hará falta venir y no generar ese coste, porque a mí me gusta la contención del gasto». Si tiene que definir cuál es su primera tarea es la de «recortar y renegociar» en algunas de las acciones que se estaban desarrollando en la Obra Social CAM. «El concepto ahora es de una empresa privada y hay que trabajar como si fuera tu propia casa, en todas las facetas, y por supuesto en los gastos».

Sobre la Casa Museo Azorín de Monóvar y la Casa Modernista de Novelda, dos de las «joyas» de la antigua Obra Social -que en total cuenta con 39 inmuebles, 3.900 obras de arte y más de 70 millones de euros de fondos-, «estamos barajando posibilidades; cobrar entrada no tiene sentido y no supone nada en ingresos, por eso lo que hay que buscar es algo añadido, otros contenidos».

Aunque todavía no hay fecha para retomar la programación, paralizada desde principios de año, asegura que ya se está trabajando en «proyectos y programaciones». «Ha habido un parón porque teníamos que ver cómo se estaba funcionando y controlar el gasto, pero ya va a haber algunas cosas, por ejemplo, somos sala colaboradora del Festival de Cine de Alicante».

Cuando el abogado y exsecretario autonómico de Comercio Luis Boyer finalice el inventario completo del patrimonio de la entidad, «tanto de inmuebles como de obras de arte o materiales y equipos, veremos cuál es la situación a la que nos enfrentamos». En este sentido, destaca que «vamos a trabajar duro gestionando y optimizando, y sobre todo utilizando nuestros recursos para que esto tenga continuidad y que no se pierda una cosa que tuvo Alicante y que dio mucho a la ciudad, y también a Murcia... ahora toca llamar a alguna puerta y pedir colaboración y patrocinios».

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