Como si de un sueño cumplido se tratara, Benidorm ha logrado alcanzar las cifras récord de ocupación con las que el sector turístico viene fantaseando desde que empezara el verano pero que hasta el pasado fin de semana, con motivo de la fiesta de la Asunción, no han llegado a ser una realidad. Así lo confirmó ayer el propio presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, quien celebró que las plazas «se han llenado».
Las reservas de última hora del turismo nacional han propiciado este puente de ensueño en la capital de la Costa Blanca. Prácticamente no han quedado camas libres en muchos alojamientos de la ciudad, explicó ayer el líder de la patronal quien indicó que «se han cumplido las expectativas» y calculó que la ocupación podría estar rondando el 96% del total de la oferta hotelera benidormense. Una cifra récord en lo que va de verano, en el que el dato se ha quedado en torno al 91% durante julio y junio, y con la que soñaban los hoteleros a principios de año ante la inestabilidad en otros destinos competidores y el buen comportamiento del mercado.
Previsiones cumplidas
No hay que olvidar que el puente de agosto arrancó con un 10% de las plazas todavía por vender. Los hoteleros confiaban en llenar estos huecos en el último minuto gracias a las reservas de los más rezagados y así ha terminado sucediendo. La previsiones iniciales eran alcanzar un 95% de ocupación, aunque finalmente se podría haber superado el dato en uno o dos puntos, como recalcó ayer el líder de Hosbec, la patronal con más peso en toda la Comunidad Valenciana.
La cifra viene a levantar la moral del sector turístico de la Costa Blanca, que en los últimos meses ha visto como un verano llamado a ser histórico pasaba y se quedaba simplemente en un verano bueno, muy bueno. «Ha sido una temporada de notable alto y un puente de matrícula de honor», consideró ayer Toni Mayor, a la vez que apuntó que «si el tsunami turístico no ha llegado a producirse ha sido porque ha fallado la ola de los españoles». No obstante, el mercado nacional ha experimentado una ligera subida, al menos este fin de semana, gracias al tirón del puente de agosto.
Hasta los topes
La subida en el número de pernoctaciones se dejó notar también en las calles más céntricas de la ciudad. Este fin de semana era misión casi imposible transitar por Paseo de la Carretera o la Alameda. Un río continuo de clientes inundaba los establecimiento de hostelería del casco antiguo. «Era el puente que todos deseabamos. Se ha vendido más por cantidad que por calidad, como suele pasar en estas fechas señaladas», explicó ayer el presidente de Abreca, colectivo que reúne a los locales de hostelería de la ciudad, Javier del Castillo.
Desde el comercio, en cambio, mostraron una mayor prudencia a la hora de valorar los datos. «La invasión de turistas a veces no se traduce en un aumento de ventas», indicaron, aunque admitieron que todavía es pronto para hacer un balance real.
