Los colectivos que representan a la buena parte de los restauradores de Benidorm (Abreca y Cobreca) impulsarán una serie de medidas para descongestionar varias de las arterias peatonales del casco antiguo de la ciudad, ante las innumerables quejas vecinales que aseguran que han recibido en los últimos mesesmedidas para descongestionar varias de las arterias peatonales . Ayer, al mediodía, más de una veintena de propietarios de restaurantes, bares y cafeterías, así como el presidente de ambas asociaciones, Javier del Castillo, mantuvieron una reunión con el portavoz del gobierno, José Ramón González de Zárate, y la concejal de Comercio, Ana Pellicer, para abordar este tema.
En este encuentro, los representantes del equipo de gobierno emplazaron a estos empresarios a proponer medidas al Consistorio para solucionar este problema que se resume, básicamente, en que las mesas y las sillas de las terrazas de muchos de estos establecimientos se comen gran parte de las calles peatonales del centro, y eso provoca el malestar vecinal, puesto que se hace más incómodo pasear por allí.
El propio área de Comercio, este verano, realizó una campaña por diferentes zona de esta localidad en la que el portavoz del gobierno popular y la edil iban local por local, de las principales calles con terrazas en Benidorm, y advertían a sus responsables cuando detectaban algún tipo de infracción como exceder el número de mesas y sillas.
Sin embargo, tal y como resaltó el presidente de Abreca y Cobreca, ellos pretenden ir más allá. Entre las propuestas que ayer barajaron se encuentra la de modificar el punto de la ordenanza sobre el número de mesas y sillas de las terrazas, en lo que se refiere al espacio que pueden ocupar en la calle. «Lo que se quiere definir ahora son aspectos cómo cuántas mesas puede introducir cada local según los metros de frente fachada que disponga o que se alineen para que molesten lo menos posible», detalló Del Castillo. Para que estos propósitos se cumplan también pretenden dibujar en el suelo unas marcas que señalen el espacio con el que cuentan los establecimientos y el que se va a destinar a los transeúntes. «Por ejemplo, la calle Santo Domingo -conocida como la de los Vascos-, sólo tiene 5 metros de ancho. Nuestro objetivo es delimitar dos tercios para los bares que se sitúan a un lado y a otro, y el otro tercio restante para los viandantes», argumentó este representante de los restauradores.
También pusieron sobre la mesa ideas como poner una placa en la fachada de cada restaurante o bar en la que se indique cuántas mesas tiene autorizadas en su terraza o de qué espacio dispone. Asimismo, desean unificar criterios a la hora del mobiliario, con el fin de que la sensación estética sea mejor. También prevén realizar reuniones por calles donde hay más conflicto, que según Javier del Castillo son Alameda, Santo Domingo, Martínez Alejos y las inmediaciones del Torrejó.
El Consistorio les ha dado de plazo hasta febrero para presentar las propuestas. El objetivo, según el portavoz del gobierno, «es que ellos mismos se autorregulen», subrayó.
