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La comarca suena a rock and roll

Varios empresarios han abierto en la Marina Baixa locales de rock clásico en directo

La comarca suena a rock and roll

El cantante de Los Rebeldes, Carlos Segarra, una de las leyendas vivas del pop-rock nacional en España, decidió abrir hace unos meses en Benidom el Planet Rock, todo un templo para los amantes de esa música patria que en los 80 y en los 90 copaba las radiofórmulas nacionales. Junto a su socio, Alfonso Ara, ha configurado una programación en la que se dan cita míticos cantantes como Ariel Rot o Javier Urquijo, exmiembro de los Secretos.

Por su parte, la británica Lisa Griffin ha apostado entre el Albir y Altea por el Brew Rock, un establecimiento dedicado a ese sonido que revolucionó al mundo en los 60 y lo sigue revolucionando a base de guitarrazos. Griffin, en un enorme local situado en primera línea de playa y con una estética muy industrial, plantea una programación diaria de música en directo, en la que lo que más imperan son las bandas de versiones del rock clásico de toda la vida. Hasta allí llegan grupos de moteros en sus Harleys para disfrutar de cerveza bien fría mientras escuchan uno de los himnos de AC/DC.

Estas dos propuestas han sido las más significativas este año en lo que al panorama del rock se refiere en la comarca. Y vienen a completar lo que ya comienza a convertirse en una auténtica ruta rockera, que iniciaron hace dos décadas locales como el Heartbreak, situado en el paseo de Levante de Benidorm, y que continuaron otros como el Daytona, ubicado a pocos metros del mismo. Jaime Soriano, propietario del Heartbreak, asegura que «nos lo hemos currado mucho para convertir este local en un referente del rock en directo no sólo en Benidorm sino en España. Por aquí han pasado guitarristas de formaciones tan importantes como Metallica. Y entre nuestros clientes hemos tenido a actores como Javier Bardem o Luis Tosar, que durante una época se convirtieron en fieles parroquianos».

Este pub es una auténtica institución en la oferta de ocio en Benidorm y, de hecho, todos los domingos congrega por la tarde tanto a benidormenses como a turistas extranjeros en una jornada de actuaciones en directo que se alarga hasta altas horas de la madrugada, como si de un sábado se tratara. «Nosotros creamos esto basado en influencias norteamericanas, que era lo que nos gustaba, y después mucha gente nos ha copiado porque se han dado cuenta de que funciona», detalla.

Por ejemplo, Daytona tiene un formato muy parecido aunque el sonido de sus grupos es un poco más agresivo. Para Óscar Pinto, su director, gracias a este tipo de lugares «la gente de más de treinta y cuarenta años tiene un sitio donde ir a divertirse. Yo que tengo 45 no me veo escuchando electrolatino en un pub pero sí coreando con mis colegas el "Livin'On a Prayer" de Bon Jovi», manifiesta.

A Pinto le encanta que, en pleno 2015, entre el Altea y Benidorm se esté generando esta ruta de bares, pegados al mar, que recuerda a la mítica calle Sunset Strip de Los Angeles que los grupos de rock de los 80 pusieron patas arribas con sus enormes melenas y su descontrol.

Aparte del público nacional, que según el director del Daytona agradece este tipo de oferta, «también nos ayuda tener clientes internacionales, ya que en sus países valoran más la música en directo», reseña.

Alfonso Ara, de Planet Rock, cree que en el ocio nocturno todo va por ciclos. «Antes se llevaba más abrir garitos de house o música disco. Ahora la gente está apostando por los shows en vivo. Y no sólo en Benidorm. Carlos Segarra, mi socio, tiene varios bolos cada semana. Está volviendo una tendencia que no se veía desde hace años, en todos los estilos», remarca Ara.

De hecho, Lisa Griffin, a pesar de orientar su propuesta sobre todo al rock and roll, también ofrece conciertos de jazz en directo los domingos al mediodía en Brew Rock. «La cosa es que la música no deje de sonar», dice.

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