Vacío. O, si apuramos, apenas con el conductor y con dos trabajadores de las compañías implicadas para supervisar el trayecto. Tras más de un año de reivindicaciones por parte de los ayuntamientos y del sector turístico, la primera lanzadera del AVE Madrid-Alicante se estrenó ayer con sus 22 plazas vacías y sin embarcar en Villena a ni un sólo pasajero con destino a Benidorm o a Torrevieja. Tampoco tuvo más éxito la que realizó el trayecto en sentido contrario desde la capital turística de la Marina Baixa hacia Villena; mientras que en el caso de Torrevieja, el autobús sí fue utilizado por seis personas para desplazarse hasta la estación del Vinalopó y, desde allí emprender su viaje en tren dirección Madrid.

El vacío de las lanzaderas contrasta con la alta ocupación de los trenes que ayer unieron la capital de España con la provincia. Según fuentes de Renfe, los vagones circularon con todos sus asientos prácticamente completos, puesto que durante este fin de semana la ocupación media de las líneas no bajará ningún día del 90% y muchos de sus pasajeros tendrán como destino final Benidorm, Torrevieja u otras localidades de la provincia al margen únicamente de Alicante.

¿A qué se debe entonces que nadie utilizara el autobús? El motivo habría que buscarlo en varias causas. Desde la compañía ferroviaria atribuyen la falta de viajeros a la premura con la que se ha puesto en marcha el servicio, anunciado por Fomento el pasado martes y cuyos billetes combinados AVE-autobús empezaron a comercializarse el miércoles, con sólo dos días de antelación para el inicio de las rutas. «La mayoría de la gente compra el billete con más tiempo», indicaron estas fuentes. Ahora bien, según trasladaron a este diario algunos pasajeros y fuentes oficiales, trabajadores de Renfe informaron en el tren a todos los viajeros de la posibilidad de bajar en Villena y coger el autobús hasta Benidorm o Torrevieja, adquiriendo el billete directamente en el autobús de Alsa, con un precio adicional de 7,60 y 8 euros, respectivamente. Sin embargo, ningún pasajero optó por esta opción.

Otra de las explicaciones aportadas por fuentes de ambas compañías es que el servicio aún es desconocido para el gran público. «Falta mucha información y que la gente se entere de que el billete combinado está en marcha», manifestaron, para después añadir que en unos días confían en que las lanzaderas empiecen a coger fuelle. «Cuando se puso en marcha el billete único desde Valencia a Dénia o Xàbia pasó lo mismo. Y también, por ejemplo, en el de Málaga o el de Lleida, que los primeros días apenas tuvieron ocupación», indicaron desde Renfe, para después mostrar su convencimiento de que el servicio se consolide de aquí al 8 de octubre, cuando concluye el servicio.

De hecho, la compañía ferroviaria indicó que hasta las 14 horas de ayer, se habían vendido para los próximos días 41 billetes combinados tren-autobús, por lo que la previsión es que las plazas de éste último se vayan llenando de forma paulatina.

La estación de la discordia

Desde la patronal hotelera de la Costa Blanca, no obstante, quisieron ir un paso más allá. Y como han venido afirmando desde que se anunció que las lanzaderas partirían finalmente desde Villena, el presidente de Hosbec, Antonio Mayor, volvió a ser tajante: «Villena no es la solución. Es una alternativa, aunque algo irracional y sin sentido, porque el servicio como Dios manda tiene que hacerse con los enlaces desde Alicante». El portavoz de los hoteleros insistió en que «es difícil que viajero se baje en Villena para hacer un trayecto en autobús de hora y media para llegar a Benidorm, cuando de lo que se está bajando es de un AVE, no de una locomotora del año del catapum».

Lo mismo consideran desde el gobierno local de Benidorm. La concejal de Turismo, Gema Amor, una de las más beligerantes exigiendo las lanzaderas, calificó días atrás de «buena noticia» el inicio de estas líneas de autobús, pero lanzó un aviso a navegantes: «Benidorm no renuncia a la conexión natural y lógica por proximidad con la estación del AVE de Alicante, en lugar de la de Villena», tras lo cual lamentó la cerrazón del Ayuntamiento de Alicante para que la conexión se realice desde aquella terminal. Ayer, este diario intentó sin éxito conocer su opinión sobre la llegada de la primera lanzadera sin usuarios.

Por su parte, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que desde el minuto uno se ha opuesto a facilitar las lanzaderas hacia Benidorm, Torrevieja o cualquier otro destino de la provincia, tampoco quiso pronunciarse ayer sobre la puesta en marcha de los buses desde Villena a estas localidades turísticas.

Han colaborado en esta información Mariví Pardo y Carolina Pascual.