Los promotores del Electrobeach no han podido bregar con más inconvenientes, en un año que sin duda han ido sobrados de ellos. Ayer por la noche, su director, Iván Vivero, anunciaba a este diario el «óbito» de una de las grandes citas de la música electrónica en nuestro país, después de que el Ayuntamiento, muy pocas horas antes, comunicara a su empresa que le denegaba la autorización para poder llevar a cabo la quinta edición en el recinto deportivo Guillermo Amor de Benidorm, en Foietes.
La razón que ha dado la junta de gobierno, según el concejal de Festivales, Conrado Hernández, es que el Electrobeach, por sus condicionantes sonoros, no es un evento adecuado para un emplazamiento tan urbano como es el de esta zona.
El resultado para los promotores, según los datos que aportaron, son más de 180.000 euros en pérdidas al tener que pagar ahora las cláusulas de los artistas que habían contratado. Además, han comenzado las gestiones con las empresas de venta de entradas para devolver el dinero a los más de 3.000 fieles que ya habían adquirido su pase a esta fiesta electrónica programada para el 1 y 2 de agosto. De hecho, matizaron que en un plazo de 15 días pretenden rembolsar todos los tickets.
Conrado Hernández señaló que el Consistorio está a favor de que se lleve a cabo el festival, pero en otras zonas del municipio. Entre las que han recomendado está el polígono industrial, que era una opción que consideraron los promotores. Iván Vivero indicó que tiene un informe de sus ingenieros en el que desaconsejan que se desarrolle allí el macroevento, debido a que es una superficie de tierra «y con el clima que tiene Benidorm en esas fechas, podría ser perjudicial para algunas personas a nivel de salud, como por ejemplo enfermos de asma», dice. Por esta razón, Vivero comentó que se han visto obligados, al menos este año, a echar la persiana. Si es el fin definitivo del Electrobeach todavía no puede asegurarlo.
Y es que su desazón no es para menos. La odisea en la que se han vuelto inmersos los organizadores del Electrobeach este año ha sido tremenda. Primero se quedaron sin su anterior ubicación, Terra Mítica, a causa de las quejas de dos hoteles de lujo por el sonido, que derivaron en sendas sanciones económicas. Mientras la dirección del parque temático se pensaba si dejarles de nuevo las instalaciones, los organizadores de esta gran cita de la música electrónica pensaron buscar un nuevo hogar fuera de las fronteras de Benidorm.
Finalmente, decidieron quedarse, y la primera alternativa fue el polígono industrial. Hace sólo unos días elevaban una petición al Ayuntamiento para poder ocupar el recinto deportivo Guillermo Amor, y así compartir infraestructuras con el festival de música independiente Low Festival, que viene realizándose allí cuatro años. Ya en un principio el alcalde, Agustín Navarro, se negó si no contaban con el beneplácito de los vecinos. Finalmente, reconsideró su postura tras el apoyo, por escrito, de tres asociaciones de vecinos de la Colonia de Madrid, barrio anexo a la zona de Foietes, lugar en el que se encuentra el recinto deportivo. Pero también hubieron detractores. Entre ellos, otro grupo vecinal de esta misma barriada, aunque sin una organización demasiado clara y sin poder de convocatoria.
Algo de más peso ha debido tener el rechazo que expresó la patronal hotelera Hosbec, que aseguraba que la celebración de este festival, según él, «podía afectar» a 15 establecimientos turísticos de esa zona.
Vivero afirmó que el Ayuntamiento ha incumplido su palabra de cederles el terreno si contaban con el apoyo vecinal. Lo que es un hecho es que comenzaron a vender entradas sin ubicación cerrada. «El Consistorio se comprometió a buscarnos una», critica el promotor.
