Santa Pola tendrá un incentivo para mejorar la habitabilidad de los 117 pisos de promoción pública del municipio. De hecho, el Consell ha anunciado que invertirá más de 580.000 euros para reparar y mejorar elementos comunes de este parque de viviendas, conocidos en el municipio como los pisos rojos y azules Pablo Iglesias I y II. En una reunión mantenida hace unos días entre la directora general de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE), Helena Beunza, y representantes de la Concejalía de Bienestar Social, se acordó sacar a licitación la redacción del proyecto del Plan de Intervención Integral Sostenible (PIINS), por lo que podrían ejecutarse las obras en octubre de este año, según las estimaciones del Consell. Con este plan se persigue atajar los problemas que tiene este grupo de viviendas de la villa marinera, que desde su construcción en la década de los ochenta ha ido sumando deficiencias. De este modo, el edil de Bienestar Social, Lorenzo Andreu, señala que, con ello, se podrían rehabilitar las fachadas y cubiertas de las viviendas de promoción publica, además de adecuar las instalaciones, reestructurar los espacios públicos y zaguanes, y también sumar mejoras en la accesibilidad, ajardinamiento de zonas comunes y alumbrado, que por el momento es escaso.

Este proyecto, además, incorporaría el arreglo de la entrada común de agua potable, que es muy estrecha, «y habitualmente se revienta, con lo que es una demanda histórica de los habitantes de los edificios», señala el concejal.

Por otro lado, además de invertir en mejoras materiales, este proyecto PIINS supone una gestión integral mano a mano entre la Entitat Valenciana d'Habitatge (EVHA), nombre que ahora tiene el EIGE, y el Ayuntamiento de Santa Pola, con el objetivo de potenciar las comunidades de vecinos, a través de asesoramiento y ayuda para que gestionen sus propios servicios.

Actualmente en este parque de viviendas el Consell gestiona 119 viviendas sociales, 117 cedidas en régimen de alquiler, una en venta con pago aplazado y otra recuperada para repararse. A fecha de hoy todos estos hogares, que van de una a tres habitaciones, están completos, por lo que Santa Pola carece de recursos habitacionales en casos como ejecuciones de vivienda, aunque en ese caso entrarían en la baremación en un orden de preferencia para vivir en este parque público en caso de que hubiera una baja.

La mayoría vive allí desde 1984, pero hay viviendas que tienen poco uso o han quedado deshabitadas, y, a través de denuncias vecinales se ha averiguado su desuso, con lo que el Consell ha intensificado las inspecciones para recuperar viviendas, y desde 2016 hasta la fecha han sido cuatro las viviendas vacías puestas en uso.