La Guardia Civil investiga si hubo algún tipo de negligencia en la actuación que ocasionó que una excavadora se hundiera en el sótano del edificio de las 47 viviendas que se están demoliendo en Crevillent. Según fuentes municipales, las autoridades decidirán si tienen que tomar algún tipo de medida para depurar responsabilidades.

El alcalde de Crevillent, César Asencio, aseguró que «tanto la Guardia Civil como la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE) han recibido una copia del informe que la Policía Local de Crevillent abrió tras cubrir el parte del accidente que se saldó con la caída de la maquinaria de derribo al sótano del edificio que estaba demoliendo». Este parte se abrió, según apuntó César Asencio, a requerimiento del concejal de Obras, Manuel Moyá, en cuanto tuvo conocimiento del incidente que ocurrió el martes por la mañana. El Consell adjudicó los trabajos de derribo a la empresa Vaseco, sita en Valencia, y esta a su vez hizo una subcontrata a la firma de Guardamar, Demoliciones y Reciclajes. El alcalde de Crevillent asegura que se podrán averiguar más detalles sobre el estudio laboral y de salud de los trabajadores dentro de la investigación en marcha. Al parecer, según señalan fuentes oficiales, el hundimiento se debió producir por un desequilibrio de la excavadora que colocó una de las patas en parte del forjado y, en consecuencia se metió en el sótano. Según fuentes municipales, se descarta que se produjera un socavón en el suelo en el que trabajaba el operario de la máquina, si no que se trataba de la estructura de obra.

Los trabajos de derribo siguen su curso y se estima que durarán en total dos semanas que incluyen la demolición de estructuras de hormigón, que genera una cantidad de restos enorme que deben ser retirados por varias máquinas excavadoras.

Los pisos derribados pertenecían al fallido proyecto de vivienda pública planeado para la localidad alfombrera en lo que se denominaron las 98 viviendas en las inmediaciones de la calle Uruguay de Crevillent. La Conselleria de Vivienda puso en marcha a finales de julio la demolición de los 47 bloques que quedaban por echar abajo desde que se acordara el desalojo y demolición hace más de una década.

El martes, tras varios días de labores, una excavadora sufrió un percance que la precipitó hasta el sótano de uno de los bloques. Pese a la profundidad del socavón por el que se precipitó la pala, el operario que conducía la máquina resultó ileso, según fuentes municipales.

Al parecer, el forjado del segundo sótano se vino abajo y arrastró a la excavadora hasta quedar volcada y aplastar parte de la cabina del conductor. El siniestro ocurrió a primera hora de la mañana y el estruendo que provocó el desplome también puso en alerta a vecinos de los alrededores. Después del hundimiento, otra grúa procedió a sacar del hueco a la excavadora y los trabajos continuaron con normalidad.