La tierra se abría ayer y se tragaba parte de una excavadora en Crevillent. En plena demolición de las 48 viviendas en ruinas, propiedad del Consell, una máquina cayó en la mañana de ayer por un sótano de uno de los edificios tras hundirse parte del suelo.

Pese a la profundidad del socavón por el que se precipitó la pala, el operario que conducía la máquina resultó ileso, según fuentes municipales. Al parecer, el forjado del segundo sótano se vino abajo y arrastró a la excavadora hasta quedar volcada y aplastar parte de la cabina del conductor. El siniestro ocurrió a primera hora de la mañana y el estruendo que provocó el desplome también puso en alerta a vecinos de los alrededores.

Sin embargo, después del hundimiento, otra grúa procedió a sacar del socavón a la excavadora y los trabajos pudieron continuar con normalidad durante el resto de la jornada. Tras los hechos, fuentes municipales confirmaron a este diario que la Policía Local ha redactado el parte del accidente para remitirlo a la Oficina Técnica y trasladarlo a la Generalitat, que es la contratista de la obra de demolición y propietaria del edificio, por si no se hubieran seguido las normas de seguridad.

El accidente ocurrió en uno de los bloques de la calle Uruguay donde desde el pasado mes de julio el Consell comenzó las labores de derribo de los inmuebles en estado de ruina.

Posteriormente, en 2010, el Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA), el Ministerio de Vivienda y el Ayuntamiento de Crevillent suscribieron un convenio para invertir en la reconstrucción total del barrio conocido como las 98 viviendas que desembocó, finalmente, en la demolición de los 47 pisos restantes que no llegó a ejecutarse el anterior mandato.

En marzo de este año, la Conselleria adjudicó las obras de demolición con un presupuesto de casi 300.000 euros. A partir de ahí, la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE), que gestiona el parque público de viviendas, solicitó en mayo la licencia de derribo al Ayuntamiento de Crevillent, que fue concedida. El paso previo a la demolición fue comprobar que las casas no se encontraban ocupadas.