Las cabalgatas de Sus Majestades de los Reyes Magos de Oriente en Santa Pola y Crevillent llenaron de carrozas, bailes, caramelos y regalos el día en el que todos los niños y niñas hacen el mayor esfuerzo por portarse bien.

Santa Pola recibió a los Magos de Oriente en el Ayuntamiento, donde entregaron regalos y compartieron roscón y chocolate con personas con discapacidad. Más tarde, la villa marinera sacó sus galas para recibir el desfile de los Reyes Magos. La cabalgata este año se acortó, contando con 500 participantes. Siete grupos de baile compusieron el boato y séquito de Sus Majestades, que, con sus mejores atuendos y a lomos de tres camellos, regalaron saludos y dulces a los santapoleros de todas las edades.

A su llegada a la Glorieta, la alcaldesa, Yolanda Seva, recibió a tan ilustres invitados, que hicieron su tradicional parlamento y entregaron regalos a los más pequeños.

Los Reyes Magos también se hicieron fotos con sus fans grandes y pequeños y el personal de Servicios Generales de Santa Pola les ayudó a entregar regalos a los pequeños de Primaria en la plaza antes de que pudieran volver a casa para dormir pronto ante la gran visita.

Mientras tanto, en Crevillent, más de mil personas compusieron la cabalgata. Cuatro bandas de música, con 205 músicos en total, ambientaron con villancicos en directo el boato de los Reyes Magos. Las once carrozas que participaron en el desfile llenaron de ternura el ambiente, sobre todo con la llegada de pastores grandes y pequeños acompañados de animales de granja. Tampoco faltó el belén viviente y una carroza muy solicitada con el horno repartiendo toña y polvorones entre el público. El momento cumbre llegó con el cortejo que abrió el Heraldo Real a caballo. Melchor recorrió las calles entre grandes pompas de jabón, Gaspar fue acompañado de un espectáculo con fuego y Baltasar contó con todo un oasis en movimiento. Como novedad, este año el desfile acabó con el saludo de los Reyes Magos desde el Casal Festero para evitar las colas en la plaza de la Constitución.

Antes del desfile, Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, que no se olvidan de nadie en estas fechas, visitaron la residencia de ancianos «La Purísima» y el centro de Discapacitados Psíquicos para entregar personalmente a los residentes los detalles que adquirió para ellos el Ayuntamiento de Crevillent.