Tras un año de expansión de la actividad económica en la provincia, las perspectivas para este año 2018 siguen siendo «favorables», con un crecimiento que seguirá apoyado en el «avance sostenido, aunque algo más moderado», de la demanda interna, así como en el «buen tono» del sector exterior, «que se verá impulsado por la recuperación de la economía mundial». Estas son algunas de las previsiones para este año que los técnicos de la Cámara de Comercio de Alicante han reflejado en la última edición del informe «Panorámica Alicante», en el que se detalla el balance de la situación económica provincial durante el pasado ejercicio y se incluyen las perspectivas para el actual.

El impulso que registraron los distintos indicadores económicos en 2017 tuvo su traslación en la evolución del empleo, con un aumento del número de afiliaciones a la Seguridad Social y una reducción del paro, fruto del repunte de los sectores productivos. Así, de cara a los próximos años, los expertos consideran que las expectativas «de un avance más moderado de la actividad, se reflejarán en el menor dinamismo del empleo, que tenderá a desacelerarse». No obstante, en los próximos ejercicios el crecimiento continuará «siendo elevado y permitirá que la tasa de paro siga disminuyendo, hasta situarse en el entorno del 15,5%», subrayan.

El estudio hace un análisis pormenorizado de los principales indicadores económicos desde la evolución de las ventas del comercio minorista a la matriculación de vehículos -termómetros de la evolución del consumo-, así como del turismo, el mercado inmobiliario, el transporte, el comercio exterior o las inversiones, entre otros aspectos.

En lo que se refiere al consumo, el índice de las ventas del comercio minorista refleja que en 2017 el gasto de los hogares en el ámbito de la Comunidad continuó creciendo, «aunque su ritmo de avance se moderó en la segunda mitad del año», explican los técnicos. Las ventas del pequeño comercio autonómico cerraron el pasado año con un incremento medio anual del 1,1%, una subida muy similar a la media nacional, que se situó en el 1,2%. No obstante, en ambos casos el avance es «inferior al registrado en 2016», según el informe que, a su vez, destaca que este sector acumula cuatro años consecutivos de aumentos. El índice de ventas se situó en los 95,7 puntos; y el repunte ha tenido su reflejo en la ocupación del sector, «que ha aumentado de forma sostenida». De hecho, el pasado año el empleo de esta actividad creció un 2,1% en la Comunidad, ligeramente por encima del promedio estatal, del 1,7%, aunque el aumento fue «algo inferior» al de 2016.

En el caso del consumo privado, la previsión es que «mantenga su fortaleza, aunque con un ritmo más moderado que en los últimos años», explican. Fundamentalmente, porque el menor dinamismo de la creación de empleo «se trasladará a las rentas laborales, principal componente de la renta disponible de los hogares». Ahora, la riqueza inmobiliaria, revalorizada por el aumento de los precios de la vivienda, y la riqueza financiera neta de los hogares, «seguirán contribuyendo al aumento del gasto». Los expertos consideran que, igualmente, incidirá el aumento del crédito al consumo, dentro de un contexto de tipos de interés reducidos. Por el contrario, advierten de que «la tendencia a recomponer la tasa de ahorro, tras el descenso experimentado en los últimos años, y el agotamiento de las decisiones de adquisición de bienes de consumo duradero que habían sido pospuestas durante la crisis, frenarán el crecimiento del gasto».

Ventas de coches

Si hay un indicador que revele la evolución de la capacidad de compra de los hogares es el de las ventas de coches. Y el pasado año arrojó un balance positivo. La matriculación de turismos registró un aumento interanual del 6%, aunque la subida es inferior a la de los tres últimos años, cuando cerró «con tasas de dos dígitos», resalta el estudio. Aun así, los técnicos destacan que los 78.560 vehículos matriculados en Alicante en 2017 representan «el nivel más alto de los últimos años». Por otra parte, en el capítulo de las importaciones de maquinaria y bienes de equipo, estas «mantuvieron el pasado año niveles elevados, aunque registró un descenso del 3,5%, tras el esfuerzo inversor de los últimos años.

Por otra parte, la plasmación más inmediata del crecimiento de la actividad económica es la evolución al alza de las altas laborales y la reducción de las altas cifras de paro que Alicante llegó a soportar durante los años de crisis. En 2017, el número de afiliados a la Seguridad Social alcanzó la cifra de 622.700 y un crecimiento del 4,4%, por encima de los promedios de la Comunidad y de España (4,2% y 3,6%, respectivamente). El sector de la construcción destaca en la variación interanual, con un avance del 9,7%, seguido de los servicios (4,3%), aunque en valores absolutos, este último lidera el número de nuevos cotizantes, con 19.255 más, frente a los 3.809 de la actividad constructora. De forma paralela, el paro registrado bajó en 14.592 personas en Alicante el pasado año. Este descenso del 8,4% sitúa el total de demandantes de empleo en 159.714. Una cifra muy alejada de los 206.896 alicantinos sin trabajo que había en 2014, uno de los últimos años de la crisis.

Por su parte, la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2017 situaba la tasa de paro en el 17,9%. La media anual se redujo en 2,7 puntos, hasta el 18,1%, «un nivel similar al del conjunto de la Comunidad (18,2%) y superior en 0,9 puntos al promedio estatal (17,25)», concluye el estudio.