El obispo de la Diócesis, Jesús Murgui, aprovechó su visita ayer al monasterio de la Santa Faz con motivo de la Peregrina escolar para pedir a los niños que abarrotaron el templo y a los primeros romeros adultos que acudieron hasta el santuario una oración por Siria. Los conflictos en Oriente Medio y en particular en el citado país llevaron al prelado a invitar a los más jóvenes, «que son la promesa», como apuntó el capellán José Luis Casanova, a reflexionar sobre lo que allí sucede.

«Recemos por esos países que vemos todos los días en conflicto, sobre todo Siria. Se habla de armas químicas, de niños víctimas de una guerra larga y cruel. Vamos a rezar a la Santa Faz pidiendo por esos niños, por esas familias y personas mayores, especialmente de Siria, y de los demás países que sufren guerras, hambrunas o necesidades imperiosas que les llevan a emigrar». El obispo, que entró a saludar a las monjas de clausura que durante el año custodian la Reliquia, consiguió el respeto de los niños, a los que invitó a rezar un Padre Nuestro por la paz y las personas que sufren, en unos emotivos momentos que terminaron con el tradicional: «Faz divina, misericordia».

Murgui recibió la caña del peregrino de manos de un niño, alumno del colegio San Francisco de Asís, uno de los alrededor de veinte centros escolares que participaron en la romería infantil y juvenil de ayer, ya consolidada en la víspera de la romería tras cinco años de celebración. Acudieron a la convocatoria de la Diócesis de Orihuela-Alicante más de 2.200 escolares, y otros 500 como avanzadilla el martes. El obispo coincidió con la alcaldesa en funciones, Eva Montesinos, quien tuvo oportunidad de reencontrarse con los alumnos del colegio Gloria Fuertes, en el que tiene su plaza como maestra, así como con sus compañeros de claustro, entre ellos el director Julio Gil, y el jefe de estudios, Fernando Llorens. Montesinos participó en el acto de la Iglesia con los niños y se sumó a los gestos de alabanza a la Santa Faz, entre ellos llevarse la mano al corazón, que promovía el capellán Casanova. Los escolares completaron la jornada en los colegios de la Once, el Hogar Provincial y el centro San Rafael, que les abrieron sus puertas.