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Un cariño que desgasta

El deterioro del Cristo Yacente por los miles de alicantinos que lo tocan obliga a la hermandad a arreglar de nuevo los desperfectos

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La permanente presencia del paso del Cristo Yacente (1943, talleres Peris de Alicante, escuela valenciana), a la entrada de la Capilla de la Comunión de la Concatedral de San Nicolás invita a que los fieles toquen la imagen, que antiguamente no estaba tan expuesta al público pues se protegía con una urna en la basílica de Santa María. El continuo roce es fruto de una devoción que se ha incentivado desde que, tras la restauración del templo por la Luz de las Imágenes, se colocó ahí: son centenares los que le dejan peticiones, rosarios o fotos. Ese sentimiento ha acelerado el deterioro de la imagen, que apenas hace una década sufrió una mejora. Este año la hermandad madre de Nuestro Padre Jesús se ha visto obligada a restaurar el Cristo Yacente, el paso que sale en procesión con ruedas el Viernes Santo por la noche, «porque tenía muchísimos daños. Todo el lateral izquierdo. La cara, que es lo que la gente toca más, estaba muy deteriorada, sobre todo la ceja y la mejilla. También el hombro, las rodillas y los pies».

La hermana mayor, Esmeralda Giner, explica que la intervención ha sido costeada entre la hermandad y una donación anónima de una familia colaboradora, y se ha encargado de la tarea Víctor García Villargordo, de Torrevieja, autor de la Virgen de las Penas, imagen que la hermandad saca a las calles el Martes Santo con el paso titular de Nuestro Padre Jesús.

«El que tenga tanto desgaste nos encanta, nos agrada. La gente le toca y se va a casa reconfortada. Es fruto del sentimiento de muchas personas», destacó la hermana mayor, quien recuerda que el día que se llevaron a la imagen yacente para restaurarla les paró un hombre que les dijo que tenía cáncer de pulmón y que había mejorado desde que se lo pidió al Cristo, «nos hizo destaparlo y se despidió de él como si fuera su salvador. Nos dejó tocados. El Cristo Yacente es importante para Alicante, y el desgaste que sufría era fruto del amparo que necesitamos todos».

La imagen también presentaba grietas, que le salieron tras pasar un año en una capilla de Ciudad Jardín durante la restauración de San Nicolás por la Luz de las Imágenes, donde los contrastes de frío y calor eran fuertes. De ahí que apenas haya durado una década en condiciones pues la escultura fue restaurada coincidiendo con la mejora del templo por una experta de Elche que también hizo mejoras en Nuestro Padre Jesús.

El Santo Sepulcro participará en la procesión del Viernes Santo, este año junto al paso de Mater Desolata, en la Procesión Oficial. Este último solía terminar en la plaza del Ayuntamiento pero este año acabará en la Concatedral y esperará dentro al Cristo Yacente. La imagen restaurada se presentó en el acto institucional del 75 aniversario, al que acudieron hermanos de honor como el subdelegado de Defensa y el de Gobierno.

También hay novedades con la Virgen de las Penas, que sale en procesión el Martes Santo. Este año es su décimo aniversario y estrena toca sobre manto, bordada en Guardamar, a mano, en tisú blanco y con hilo dorado. «Es el regalo de cumpleaños de la hermandad y de las costaleras que desde el primer día son sus pies», explica Esmeralda Giner, capataz de la Virgen desde el primer día.

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