El 75% de los supervivientes de cáncer tiene problemas de salud derivados de los tratamientos que recibieron, en muchos casos siendo todavía niños. Hipertensión, diabetes, problemas óseos, oculares, renales e incluso otros tumores. Enfermedades que se pueden prevenir pero que con frecuencia escapan al conocimiento de los médicos de familia que tratan a estos pacientes años después de ser dados de alta por sus oncólogos.

En el Hospital General de Alicante han querido coger el toro por los cuernos. Responsables del servicio de Oncología Infantil están citando uno a uno a los 400 pacientes que han pasado por el servicio en sus 20 años de historia. En cada uno de estos casos se recupera toda la historia clínica del enfermo, con los tratamientos que recibió y en las dosis exactas. A partir de ahí se entrega al paciente un detallado informe para él y su médico de cabecera en el que se recogen todas las enfermedades que puede sufrir este paciente con base en el tratamiento que recibió. El objetivo es que con esa información los médicos puedan derivar a los pacientes a los distintos especialistas y programar las pruebas y revisiones a las que tienen que ser sometidos.

«Estamos ante un problema de salud pública, porque sabemos que son personas que van a vivir muchos años y que en la mayoría de casos van a enfermar», explica Carlos Esquembre, responsable de Oncología Infantil en el Hospital General de Alicante . Para estos enfermos, se ha visto que los procesos de envejecimiento llegan antes. «Con 40 años tienen patologías de 70 y 80 años». El problema es que muy pocos conservan la historia clínica de los tratamientos a los que fueron sometidos «y los médicos de familia se encuentran perdidos, por lo que muchas veces los enfermos dejan de ir a consulta ya que no encuentran respuesta».

Esquembre pone ejemplos concretos. «Las niñas que recibieron radioterapia torácica tienen mayor riesgo de padecer cáncer de mama, por lo que a partir de los 25 años o a los 8 de ser dadas de alta tienen que empezar a ser seguidas con resonancia y ecografía».

Quienes han sido tratados con radioterapia, además, «necesitan llevar controles dermatológicos y un alto porcentaje también debe ser derivado al oftalmólogo por las altas posibilidades que tienen de desarrollar cataratas a edad temprana». También, añade Esquembre, «hay ciertos medicamentos oncológicos que pueden provocar un cáncer de vejiga, que es fácilmente detectable con una tira de orina, pero para eso el médico de familia tiene que estar informado porque de los contrario, no sabe a qué se enfrenta».

De momento se está citando a los pacientes más antiguos, 200 tratados entre los años 1996 y 2007, en una tarea que está siendo titánica. «Preparar una historia clínica de estas características lleva entre 3 y 4 horas de trabajo», explica Esquembre.

En España no existen iniciativas de este tipo, pese a que la asistencia al largo superviviente de cáncer ya es una tarea que está en la agenda de muchos países como EE UU, una de las primeras naciones en estudiar los efectos de los tratamientos oncológicos a largo plazo. Precisamente para poner en marcha la consulta del Hospital General, Carlos Esquembre utiliza como base unas guías cedidas de manera gratuita por el Children's Oncology Group, la principal organización a nivel mundial dedicada a la investigación en cáncer pediátrico.

El responsable de Oncología Infantil del Hospital General de Alicante lleva un año tratando de que la Conselleria de Sanidad difunda estas guías entre los médicos de familia, «lo que facilitaría el trabajo de prevención que estamos desarrollando». El COG cedió el copyright de esta guía -en la que más de un centenar de especialistas recoge cuáles son las secuelas más habituales en estos pacientes y como abordarlas- con el compromiso de darle difusión, algo que no se ha cumplido por parte del departamento de Carmen Montón. «Es decepcionante que después de todo el trabajo que hemos hecho para traducir estas guías nos se les haya dado difusión». Es algo «que no genera un coste añadido, continúa Esquembre, solo pedimos que lo cuelguen en la web de conselleria y lo difundan entre los médicos».