Los menores de edad ya se han convertido en los mayores consumidores de material audiovisual que hay en España. No hacen falta muchos análisis estadísticos para encontrarse a un niño en una cafetería, en un medio de transporte, en un parque, en el patio del colegio y, sobre todo, en su propio domicilio, con un dispositivo inteligente en sus manos. Los niños, considerados hoy en día «nativos digitales», son los principales consumidores de productos que no siempre están destinados a este público específico.
La encuesta más reciente sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los hogares 2017, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que dice que el 93% de los niños de 10-15 años de la Comunidad Valenciana han usado ordenador los últimos tres meses, el 98,1% han usado Internet los últimos tres meses y el 75% disponen de teléfono móvil.
Por contra, está demostrada la importancia del uso didáctico de los recursos audiovisuales como herramienta educativa. Su implantación en colegios e institutos es casi mayoritaria. Las pizarras digitales han dado paso a los Ipads en Secundaria.
Para profundizar más en la alfabetización audiovisual de la provincia, desde hace dos años funciona una iniciativa denominada Proyecta ALC. Del próximo 19 al 24 de febrero, en Las Cigarreras (y otras ubicaciones), se desarrollará un certamen educavisual para niños y jóvenes, dirigido a menores, padres y docentes.
Espacio de convivencia
La iniciativa busca ser un espacio de convivencia entre el sector audiovisual (contenidos y profesionales) y el medio educativo para favorecer la inclusión de valores, fomentar el juicio crítico y favorecer la creación de contenidos audiovisuales, tanto dentro como fuera del aula vinculados a temas de interés social de carácter local y global, sin olvidar el uso de las nuevas tecnologías.
La organizadora de Proyecta ALC, la productora Bea Martínez, considera que «bien por desconocimiento, bien por falta de una adecuada formación, el usuario de estas nuevas tecnologías es susceptible de ser manipulado al carecer de las herramientas necesarias para enfrentarse a los códigos propios del lenguaje y la narrativa audiovisual».
Bajo este marco es cuando se hace palpable la importancia de la responsabilidad social que ocupan los profesionales relacionados con el sector audiovisual. Y las miradas se dirigen de forma directa a Youtube. Los padres han aceptado que esta plataforma de vídeo realice muchas veces labores de 'canguro digital' debido a la sencillez de uso de la aplicación, el acceso a un contenido casi inagotable y su gratuidad.
La Asociación de Usuarios de Internet (AUI) ya ha dado la voz de alarma y ha pedido que se tomen precauciones de seguridad y privacidad de cara a salvaguardar a los más pequeños en internet. Para esta asociación, «hay incógnitas por resolver. ¿Qué pasa con los comentarios? ¿Y las cámaras de los dispositivos? ¿Se está teniendo en cuenta que esos niños a menudo son perfectamente capaces de reproducir contraseñas y de desbloquear dispositivos electrónicos por si solos?»
Youtube y Facebook ya han reaccionado. La plataforma de vídeos, propiedad del todopoderoso Google, va a implementar restricciones tras la queja de los anunciantes que no quieren compartir espacios con vídeo violentos o sexualmente explícitos. Google ha anunciado la contratación de 10.000 personas para vetar contenido inapropiado, y en Facebook trabajan 7.500 empleados que se dedican a la detectar y eliminar el contenido impropio.
