La música desarrolla la concentración, la destreza y la sensibilidad. También fomenta los valores intelectuales, afectivos y sociales. Las sociedades musicales ponen la banda sonora a actos sociales, fiestas populares y procesiones... Todo esto está en juego debido a la excesiva presión fiscal del Consell sobre estas entidades.

Con una apuesta decidida por seguir desarrollando este papel en el ámbito cultural y artístico y con la mirada puesta en todo momento en la importancia de la educación musical, la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana ha celebrado recientemente un congreso en el que ha abordado la difícil situación económica que atraviesa y la «excesiva» presión fiscal, laboral y económica del Consell. La federación pretende promover y dignificar la afición, enseñanza y práctica de la música y proporcionar a la sociedad un medio de desarrollo y articulación cultural.

El presidente, Pedro Rodríguez, ha querido dejar claro que las 141 sociedades musicales existentes en la provincia (547 en la Comunidad) son asociaciones sin ánimo de lucro, que, pese al servicio que prestan , en estos momentos son tratadas «igual que a cualquier empresa» al verse obligados a presentar, entre otros trámites, el resumen anual del IVA o pagar el impuesto de sociedades. Pedro Rodríguez ha asegurado que «ya que somos entidades sin ánimo de lucro y que tenemos un gran valor cultural, no debemos ser contribuyentes netos».

La directiva ha pedido la creación de un marco legal y jurídico intermedio que les permita desarrollar su labor con más facilidad y garantizar su estabilidad. Con tal fin, la entidad que engloba a bandas de música y escuelas ha contratado un estudio a la Universidad de Valencia para estudiar y abrir, con catedráticos expertos en derecho administrativo, fiscal y laboral, un modelo económico diferente. Además, han mantenido varias reuniones con el conseller de Economía «con el objetivo de estudiar medidas para garantizar nuestro futuro», según Pedro Rodríguez, quien añade que «aunque las relaciones son regulares, no podemos cansarnos de reivindicar».

El presidente considera que la financiación para las bandas de música «es insuficiente» puesto que las subvenciones que reciben no dan ni para cubrir el 25% del gasto en profesorado y, además, «llegan muy tarde», en palabras textuales. El déficit se cubre «saliendo a la calle y haciendo actos constantemente». La federación trabaja para que a nivel autonómico se respete más la figura de estas entidades puesto que en los últimos años «se está sustituyendo su contratación por la de grupos de músicos que se reparten el dinero y no responden a una sociedad».

La difícil situación económica ha provocado la creación de agrupaciones de escuelas de música, un fenómeno mediante el que se han unificado colectivos comarcales con aulas en cada municipio para compartir recursos y abaratar costes de profesorado y material.Aumenta el alumnado

Desde 2009, las escuelas de música han aumentado un 20% el alumnado. El motivo, según el presidente, es que «en tiempos de crisis, la gente se va hacia los valores seguros. Cuando tenemos miedo queremos aportar a nuestros hijos valores como el trabajo en equipo, el esfuerzo y la constancia». La FSMCV defiende un modelo de escuela abierto, flexible e integrador, que esté sustentado por la práctica amateur en grupo y que permita la profesionalización.