El Ayuntamiento ha dejado sin efecto el decreto firmado por el entonces concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), que reducía un 15% los veladores en la plaza Gabriel Miró, además de obligar a bajar las mesas y sillas a las aceras y a cerrar a la una de la madrugada. La nueva concejala del área, la socialista Eva Montesinos, informó ayer de la estimación en parte de los recursos presentados por dos asociaciones de hosteleros. «Los locales alegaban indefensión porque no se había respondido a sus alegaciones en dos años y algunos habían cambiado de titularidad. Hemos entrado en la forma del decreto y lo hemos dejado sin efecto», señaló ayer Montesinos al término de la rueda de prensa celebrada tras la Junta de Gobierno Local.

Pavón ordenó la reducción de veladores en la plaza de Gabriel Miró apenas un día antes de abandonar el gobierno municipal, aunque su decisión obtuvo la contestación de los afectados, que presentaron recursos en contra. Los recursos partieron de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (Apeha); de la Asociación de Locales de Restauración y Ocio (Alroa); y de la asociación La Aguadora, integradas por restaurantes, comercios y otros negocios de la misma plaza de Gabriel Miró, así como por vecinos de la zona.

La edil de Urbanismo adelantó ayer que, tras la estimación de los recursos, volverá a dar audiencia a todos los afectados, empresarios y vecinos, para intentar llegar a un acuerdo a tres bandas. «Queremos que la plaza siga estando revitalizada, pero que el ocio no esté reñido con el descanso de los vecinos», añadió Montesinos.

¿Peligro de muerte?

La decisión del nuevo ejecutivo local no sentó nada bien al responsable del decreto. El portavoz de Guanyar y exconcejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, señaló ayer que el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, y su jefe de Gabinete, Lalo Díez, se han «cargado» el plan de ordenación de veladores de Gabriel Miró. «Hace poco hubo la caída de una de esas ramas y afortunadamente no ocurrió nada, pero podría ocurrir. Colocar veladores debajo de donde podría haber caídas de ramas, puede ser una cierta temeridad porque podría haber incluso muertos en el peor de los casos», advirtió ayer el edil Pavón.