El definitivo estallido del tripartito de Alicante, con la salida ya oficial de Compromís y la marcha de Guanyar prevista para la próxima semana, dejará a sólo seis concejales al frente de una ciudad de más de 330.000 habitantes. Así, los ediles del grupo municipal socialista, con el alcalde Gabriel Echávarri Gabriel Echávarrial frente, serán los responsables de cargar con la gestión de Alicante en solitario, con una oposición enfrente formada por 23 concejales, lo que deja al próximo equipo de gobierno con sólo el 20% de la representatividad del Ayuntamiento alicantino.
Esta composición, de 6 miembros en el ejecutivo frente a 23 en la oposición, pone a Echávarri al frente del equipo de gobierno más precario, en cuanto a número, de entre las principales ciudades de España. En concreto, Alicante, que es el undécimo municipio español en cuanto a población, se situará como el ejecutivo municipal con un porcentaje menor frente a los ediles de la oposición.
Los seis concejales socialistas representarán a uno de cada cinco alicantinos, según la proyección de los resultados de las elecciones municipales de 2015. El siguiente gobierno con menor representatividad en el pleno es Zaragoza, donde el alcalde, Pedro Santisteve (de Zaragoza en Común), gobierna también en solitario con 9 ediles, frente a los 10 del PP, los 6 del PSOE, los 4 de Ciudadanos y los 2 de la Chunta.
A continuación se sitúan tres municipios cuyo gobierno, también en minoría, cuenta con en torno al 35% de la representatividad municipal: Madrid (donde el PSOE da apoyo externo a Manuela Carmena), Sevilla (donde el PSOE gobierna en solitario tras la ruptura del pacto con IU y la marca blanca de Podemos) y Barcelona (donde Ada Colau solamente tiene el apoyo seguro de los socialistas y además ahora está presionada por PDeCAT, ERC y la CUP para que rompa con el PSC por el conflicto secesionista).
También en minoría respeto al pleno municipal se encuentran los gobiernos municipales de Murcia y Málaga, ayuntamientos dirigidos en ambos casos por los populares en solitario.
En cambio, tras más de dos años de gobierno, aún mantienen equipos con mayoría respecto al pleno en València (con Compromís al frente), Las Palmas (gobernada por el PSOE), Palma (con Alcaldía rotatoria entre el PSOE y los nacionalistas de Més per Mallorca) y Bilbao, la ciudad con un gobierno (con el PNV a la cabeza) más holgado de entre las once capitales españolas más pobladas. A la cola, tras la marcha de Compromís y la próxima salida de Guanyar, se encuentra el equipo de gobierno Alicante, donde los seis concejales socialistas, liderados por Echávarri, apenas significan el 20% del pleno municipal.
La ruptura del tripartito se acabará de oficializar previsiblemente el próximo miércoles 15 de noviembre, ya que es la fecha elegida por la formación que lidera Miguel Ángel Pavón, marca blanca de EU en el Ayuntamiento, para abandonar el gobierno si antes no se va Echávarri, quien ya ha repetido de forma insistente que no se plantea dimitir pese a estar procesado por el presunto fraccionamiento de facturas en la Concejalía de Comercio e investigado por una juez por el despido de una trabajadora municipal, que a su vez es cuñada del portavoz municipal del Partido Popular, Luis Barcala.
Gobernar desde la Junta
Echávarri, en su comparecencia pública del pasado miércoles coincidiendo con la marcha de Compromís del gobierno, admitió que dirigir la ciudad con sólo seis concejales va a ser «muy difícil», aunque añadió que el tripartito ya estaba en minoría en el pleno desde que Guanyar expulsó a la ahora tránsfuga Nerea Belmonte. El pleno municipal tiene competencias clave para la gestión de la ciudad como la aprobación de los presupuestos municipales (que Echávarri ya ha anunciado que prorrogará si no salen adelante los previstos para el próximo año), cuestiones relativas al planeamiento general, cambios en las ordenanzas, en los tributos, en la forma de gestión de los servicios o en la relación de puestos de trabajo de la plantilla municipal, según recoge la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local.
