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Oliver: «Usamos Facebook o Google gratis porque ganan dinero con nuestros datos»

La ingeniera de Telecomunicaciones alicantina se encuentra inmersa en varios proyectos sobre Big Data

Oliver: «Usamos Facebook o Google gratis porque ganan dinero con nuestros datos»

«Es muy importante ser consciente de que internet no es una ONG. Si utilizamos Google o Facebook gratis es porque ganan dinero con nuestros datos. Si un servicio es gratutito es porque lo pagamos con nuestros datos». Así lo explicó la ingeniera de Telecomunicaciones, doctora por el MIT de Massachusetts y directora de Investigación en Ciencias de Datos en Vodafone, la alicantina Nuria Oliver, tras impartir la conferencia «Human Behavior Modeling from (Big) Data» en la Politécnica de la Universidad de Alicante (UA).

Esta doctora, que ha trabajado para Microsoft y Telefónica y ahora lo hace para Vodafone, recordó a los usuarios que «no se debe dar a aceptar a las condiciones sin leerlas. Al final, lo importante es decidir si el valor que te aporta el uso de un servicio es superior al coste de usarlo». En este sentido, adelantó que «las leyes y la sociedad siempre van por detrás de la tecnología, pero las cosas empiezan a cambiar y las grandes empresas se encaminan ahora hacia dos principios, el de control y el de transparencia». «No sé como se acabará gestionando este tema pero quizá quien valore mucho su privacidad acabe pagando por según qué servicios y quien decida cederla continúe disfrutándolos gratis», aventuró.

Esta experta advirtió a los alumnos y profesores que llenaron el salón de actos de la facultad que «no debes subir nada a internet que no te importe que sepa todo el mundo, porque en cuanto realizas un comentario o cuelgas una fotografía pierdes el control sobre ello».

Oliver es experta en comportamiento humano computacional, es decir, en cómo crear sistemas inteligentes que entiendan a los humanos «y nos puedan ayudar». Dentro de ello, trabaja entre otras en dos áreas, las «smart cities» o ciudades inteligentes y el «Big Data for social good», cuyo objetivo es «aprovechar la disponibilidad de datos que tenemos hoy en día y que no tiene precedentes en la historia para tomar las mejores decisiones en salud pública, desastres naturales, desarrollo económico y seguridad».

«Los móviles tienen un gran potencial para ayudarnos tanto a nivel individual como colectivo para mejorar el mundo», aseguró Oliver. Sin embargo, admitió que la ingente cantidad de datos que generamos y son susceptibles de ser analizados también pueden ser utilizados «en sentido contrario». Por eso, defendió que antes de interpretar parte del Big Data en estudios o proyectos sin ningún tipo de control «hay que realizar un análisis muy riguroso de los riesgos versus los beneficios». Y puso como ejemplo movimientos de población de una etnia determinada que pueda estar perseguida por un gobierno. «Antes de hacer públicos determinados datos es importante conocer las posibles consecuencias no intencionadas de los proyectos», concluyó.

A los alumnos y profesores de la Escuela Politécnica y les explicó, por ejemplo, su experiencia en el uso de los datos de telefonía tras un terremoto o un estudio en el que participó acerca de la criminalidad en Londres.

En el caso de Londres se trataba de demostrar los «puntos calientes» del área metropolitana donde era más probable que se produjera un crimen tras cruzar datos muy minuciosos del censo con datos generados a través de la telefonía móvil. Y también demostrar la validez de las teorías de dos sociólogos, Newman y Jacobs.

Jacobs salió ganando. Defendía que cuanta más diversidad y movimiento había en una ciudad menos crímenes se cometían mientras que Newman creía que cuanto más cerrada era una sociedad menos crímenes se cometían al actuar los propios vecinos como «policías» y detectar de manera rápida al miembro que no pertenecía a la comunidad. Sin embargo, admitió que también se cumplían «tópicos sociales según zonas con mayor inmigración o con personas que recibían subsidios estatales».

En cuanto a su trabajo en el campo del impacto de los datos a nivel individual hizo referencia a su labor en la «informática persuasiva» que consiste en que el móvil «ayude al usuario a cambiar comportamientos que quiere cambiar pero que le cuesta». «El teléfono actúa como un coach personal que te ayuda a adelgazar, hacer ejercicio o a dormir». Oliver realizó un trabajo concreto sobre el aburrimiento y cómo un smartphone puede sugerirnos una actividad que nos resulte atractiva o contenidos que ver o escuchar en función de los datos que tiene sobre nosotros. «Que el móvil detecte si estás aburrido y te ayude a paliar esa ansiedad, de manera que gestionemos mejor nuestras emociones», resumió la ingeniera.

Por otra parte, Oliver acaba de regresar a Alicante a vivir y se ha marcado un objetivo: «Mi reto es despertar vocaciones tecnológicas y de investigación en las niñas» y para ello va a impartir charlas a alumnos de la Eso y Bachillerato.

«Quiero compartir mis experiencias e inspirar y fomentar un mayor número de vocaciones», además de «contribuir a conseguir un impacto positivo a nivel local y dar visibilidad al desarrollo tecnológico en nuestra zona», aseguró esta experta.

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