Al margen de las postales típicas de Alicante, esos espacios que todo el mundo conoce y que sirven para reconocer la ciudad y venderla al turismo: desde la Explanada a las playas, del castillo al barrio de Santa Cruz y a las plazas románticas del centro, en la ciudad hay decenas de rincones, calles y espacios, curiosos y evocadores que apenas son conocidos más allá de su barrio. Muchos de estos rincones se encuentran en el caso antiguo, en San Roque y, por supuesto, en Santa Cruz, pero también hay pequeñas plazas con encanto en otros barrios en los que de pronto, y entre los impersonales edificios de gran parte de la ciudad, aparecen reflejando el viejo Alicante, con casas bajas, a veces pintadas de colores a cuyas puertas se siguen sentando los vecinos mayores a tomar el fresco en verano y el sol en invierno. Hay estrechas calles con macetas en puertas y ventanas en barrios como Carolinas, San Gabriel y San Antón; restos del viejo alicante pescador en el Raval Roig y casas escalera en San Roque, menos fotografiadas que las de Santa Cruz pero también con encanto. Aunque la mayoría de estos rincones son restos del Alicante antiguo, también hay otros de reciente creación ante los que vale la pena pararse como la recuperación de las piscifactorías de una villa romana en la Albufereta, el árbol en memoria de las mascotas fallecidas en el PAU 5 o el Rincón del Poeta, en el centro.

San Roque

Calle Pere Sebastián con sus casas en escalera

Por su ubicación en las laderas del Benacantil, el viejo Alicante de los barrios de San Antón y el Casco Antiguo, con Santa Cruz y San Roque, está jalonado de escaleras para salvar los desniveles en calles peculiares que mantienen todo el sabor de antaño y que crean rincones que no todo el mundo identifica con Alicante. Es el caso de la calle Pere Sebastián, en San Roque, con sus viviendas en escalera cuyas fachadas están pintadas de vivos colores, ante las que vale la pena hacer un alto ya que, adornadas con macetas en la puerta y en las rejas de las ventanas, ofrecen una de las postales más bonitas de la ciudad, con el permiso de Santa Cruz.

PAU 5

Memorial por las mascotas

En el parque del PAU 5, en la playa de San Juan, destaca un árbol por el colorido de las cientos de cintas que lo decoran. Se trata de un memorial dedicado a las mascotas, especialmente a los perros. Cada vez son más los amantes de los perros que cuelgan una cinta a las ramas del árbol con unas palabras de recuerdo tras la muerte de su mascota, aunque sigue habiendo muchos alicantinos que desconocen su existencia.

San Gabriel

Plaza del Refugio

En la parte antigua del barrio de San Gabriel, junto a la calle Buenavista, se encuentra la Plaza del Refugio, en cuya zona más alta, a la que se accede por unas escalinatas, se mantienen cinco casas cuyas fachadas miran directamente a los árboles de la plaza ofreciendo una imagen tranquila y evocadora del Alicante más tradicional en el que el tiempo parece detenerse.

Centro

Rincón del Poeta

En el centro de Alicante, entre las calle San Francisco y Barón de Finestrat se encuentra la calle de Golfín, conocida en los últimos años como el Rincón del Poeta por los escritos de Carlos Arniches, Gabriel Miró, Salvador Sellés Gosálbez y Francisco Figueras Pacheco que decoran las paredes de los inmuebles. Una pena que las pintadas desluzcan un rincón ante el que vale la pena hacer un alto.

Raval Roig

Viejas casas del antiguo barrio de pescadores

En el Raval Roig aún se pueden admirar algunas de las antiguas casitas del barrio de pescadores en la vieja calle Virgen del Socorro y en la calle Madrid. Vistas desde la plaza de Topete, donde en el siglo pasado estuvo la ermita, las casas de una planta, con sus macetas en la puerta y el mar a sus espaldas, ofrecen una sugerente imagen que traslada al visitante a otra época pese a que no todas se conservan en buen estado.

Carolinas Bajas

Calle Nicasio Camilo Jover

Entre Carolinas Bajas y San Antón, se encuentra una de las calles más curiosas de la ciudad al no haberse modificado al mismo tiempo que el resto del barrio. Estrecha y peatonal, en la calle Nicasio Camilo Jover, de dos metros y medio de ancha, siguen en pie una veintena de las antiguas casas de una planta, algunas pintadas de colores y con macetas en las puertas y ventanas.

Albufereta

Paseo frente a la piscifactoría romana

Entre la playa de la Albufereta y el puerto Costablanca, se inauguró el año pasado un pequeño paseo de 260 metros que permite admirar distintas estructuras arqueológicas de una villa de la época romana, conformadas por un vivero de peces, una balsa cisterna y puntos que pueden ser canteras. Una lección de historia mientras se disfruta de unas vistas privilegiadas.

Rabasa

Una casa de cuento

En el barrio de Rabasa, frente al parque de la Pérgola, hay una vivienda particular muy curiosa por su diseño que no desentonaría en un cuento de Disney. Creada por su propietario, el conocido grafitero y decorador alicantino Tom Rock, la fachada resalta por su onírica decoración con barandillas de troncos de árboles, celosías de madera y cristaleras pintadas de flores.

Santa Cruz

Patio exterior de una vivienda

No se puede hablar de rincones de Alicante sin referirse al barrio de Santa Cruz aunque es imposible optar por uno y además, en general, son conocidos por los alicantinos, al menos en Semana Santa y en las fiestas de las Cruces de Mayo. Aunque el barrio da para decenas de postales, vale la pena pararse a disfrutar de los pequeños patios exteriores de algunas viviendas plagados de flores.

San Roque

Plaza de Cagalahoya

Caminando por la calle Toledo, en San Roque, hay una plaza que en algunos mapas figura como plaza de Cagalahoya, en referencia al marqués de Cagalaolla. Se trata de una pequeña plaza con varios bancos de madera y un viejo pozo central a cuya imagen contribuye la escalinata que sube por la calle Divina Pastora hasta Lepanto. Una pena su mala de conservación.