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La falta de lluvias sobre el Tajo provocará recortes en el trasvase al Segura en mayo

El Instituto de Geografía de la UA alerta de que los temporales no han dejado agua en la cabecera del río

Infraestructura del Tajo-Segura a su paso por la Vega Baja. VICENTE MUÑOZ

La bonanza pluviométrica de las últimas semanas, que ha acabado hasta final de año con los problemas de abastecimiento urbano y a una parte de la agricultura en la provincia (recuperación de los acuíferos), no ha sido tan generosa en la cabecera del Tajo, donde arranca el trasvase Tajo-Segura, algo que tiene preocupados a los regantes del trasvase que temen que vuelvan los recortes para la temporada de riegos de verano. En estos momentos, en el complejo de Entrepeñas y Buendía hay un total de 425 hm³ de agua embalsada, lo que deja las reservas a trasvasar en poco más de cien hectómetros cúbicos cuando se inicia febrero. Los regantes advierten de que solo tienen agua para dos meses. En Entrepeñas y Buendía en febrero de 2016 la reserva era de 341 hm³, 85 hm³ menos que hoy.

Desde el Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante, los catedráticos Antonio Rico y Antonio Gil Olcina, advierten de que «pese a los temporales de diciembre y enero fueron muy buenos, la agricultura del Campo de Elche y la Vega Baja (60% del total de la provincia) depende los recursos de la cabecera del Tajo que está muy mal. Si no entran tres o cuatro temporales desde el Atlántico como el esta semana, a partir de mayo lo vamos a pasar mal porque habrá restricciones en el Tajo-Segura», subrayó ayer Antonio Rico, director del Instituto.

La facturación total del sector agrícola regado por el Tajo en Alicante y Murcia alcanza los 1.100 millones de euros, de los que unos 400 millones corresponden al sur de la provincia y al Campo de Elche. En juego más de cien mil empleos. El valor total de las zonas regables por el trasvase alcanza los 400 millones de euros, y su producción genera el 62,18% de los ingresos agrícolas de Alicante.

La sequía ya pasó el año pasado una factura letal al sector agrícola de la provincia -116.000 familias viven del sector primario-con unas pérdidas cercanas a los 90 millones de euros por la reducción de las cosechas y de la calidad de los frutos, al no tener caudal suficiente y de calidad. Los productos más afectados fueron los cítricos, la uva de mesa, con una reducción media del 25% de la producción pero puntas del 60% en muchos bancales, el cereal y la cosecha de almendra, que al ser de secano sigue amenazada. Hoy, la situación es mucho mejor pero en el caso de los regantes del Tajo-Segura (60.000 agricultores) el problema es que sus explotaciones están modernizadas por lo que deben recibir el caudal a presión y eso sólo es posible con las infraestructura del trasvase. Según el periodo de transición acordado para elevar la reserva de los 240 hm3 a los 400 hm3 por debajo de los cuales se cierra el trasvase, para este año la «línea roja» está en los 336 hm3.

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