La Comunidad Valenciana va recuperando la normalidad tras un temporal histórico de lluvia, nieve y viento cuyos daños han comenzado a evaluar las Administraciones y para los que el Consell pedirá al Gobierno central la declaración de zona catastrófica.

En este sentido, el presidente Ximo Puig se reúne hoy en Valencia con el ministro de Fometno, De la Serna para analizas las consecuencias del temporal. Puig, ha asegurado que ha sido un temporal "muy grave" y ha destacado "la potencia" de la respuesta de las Administraciones y el trabajo del personal de emergencias, así como que no ha habido desgracias personales, salvo la del joven de Muro fallecido al ser arrastrado por el agua del río Serpis.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, visitar hoy la Comunidad para evaluar el alcance de los daños causados por el temporal y ha reiterado que el Gobierno revisará los protocolos de actuación y su idoneidad para decidir "si en el futuro es necesario hacer alguna modificación".

Seis días después del inicio del temporal el pasado jueves, aún permanecen sin suministro eléctrico 300 viviendas de la comarca de Utiel-Requena, según Iberdrola, y diecisiete tramos de carreteras de las tres provincias de la Comunidad Valenciana permanecen cortados al tráfico.

Los efectos del temporal de los últimos días provocaron ayer suspensión de las clases en el Aulario de Vistabella y ha afectado a alumnos de Relleu, Sella y Benagéber e incidencias en el transporte escolar en Almassora, Morella y Vilafranca.

Puig ha anunciado que se pondrán en marcha las oficinas de atención a las reclamaciones, para que los ciudadanos puedan presentarlas a partir de esta semana. El Ayuntamiento de Alcoy, donde se produjeron nevadas el martes, miércoles y jueves y un intenso viento el sábado y domingo, abrió ayer una oficina de atención a las personas afectadas por el temporal para canalizar las peticiones por daños materiales.